Entre los variados problemas ambientales que se plantean en el Observatorio de 2014, destacan los relacionados con la minería. Las actividades extractivas pueden producir contaminaciones persistentes en el agua, el aire, el suelo, la fauna, la flora, el paisaje y los ecosistemas, determinando incluso riesgos sanitarios para la población humana a través de la cadena alimentaria.
Esas carencias se han puesto particularmente de relieve en la polémica sobre el empleo de la agresiva técnica de la fractura hidráulica (fracking), cuya peligrosidad se incrementa en el caso español debido a una insuficiente regulación.
Por noveno año consecutivo la Editorial Aranzadi publica el Observatorio de Políticas Ambientales(*), obra en la que un grupo de profesores pertenecientes a treinta universidades, coordinado por el catedrático zaragozano Fernando López Ramón, analiza las políticas públicas en materia de medio ambiente. Con periodicidad anual se realizan detalladas referencias y valoraciones críticas sobre el conjunto de las políticas ambientales practicadas en los niveles internacional, europeo, comparado, estatal y autonómico.
En los estudios se recogen normas, planes, sentencias y casos que ponen de relieve esa relación conflictiva entre los intereses mineros y los ambientales. Se da así cuenta del escaso alcance del proceso de renovación de la legislación minera española conforme a los intereses ambientales.
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