La lucha contra el cambio climático y la seguridad en Internet son los dos temas principales que han centrado la agenda de la quinta cumbre anual entre Estados Unidos y China, que concluye este jueves en Washington. El desencuentro en materia de ciberespionaje, donde a las denuncias de EE UU se ha sumado la indignación de Pekín por los programas de vigilancia a instituciones chinas filtrados por Edward Snowden, ha planeado sobre el encuentro del que, no obstante, ambas potencias han arrancado compromisos para paliar los efectos del calentamiento global.