La apuesta del Gobierno, por ahora, parece clara: renovables pierden, eléctricas ganan. Y es que los primeros movimientos del nuevo tándem Soria-Nadal al frente de Industria parecen traer ingresos extra para las grandes compañías del sector, mientras limitan la facturación de las empresas verdes. Según recoge la memoria de la última orden de tarifas, el Ministerio prevé un incremento de los costes de distribución en 2013 de hasta 556,72 millones, una inyección de fondos en vena de las Endesa o Iberdrola. Todo mientras el Gobierno aprobaba el viernes un drástico recorte a las primas de las energías limpias.