Para todo ello, CalPERS ha diseñado un modelo de política retributiva que pretende sirva como base para que cada compañía establezca la suya propia; también anunció su intención de identificar a diez o quince compañías con buenas y malas prácticas en materia retributiva, utilizando una herramienta que compara la retribuciones y evolución económico-financiera de una determinada empresa con la de sus rivales. También pretende hacer pública sus opinión sobre las políticas retributivas de las compañías, a través de su website, así como ejercer sus derechos de voto en Juntas Generales en línea con sus disposiciones sobre retribución. Así expresaba el presidente del consejo de administración de CalPERS la razón de este escrutinio: “Los paquetes retributivos mal diseñados están teniendo un efecto desastroso en las compañías y sus accionistas: centran la atención en el corto plazo y fomentan un comportamiento oportunista por parte de los directivos”. Corren malos tiempos para los abusones.

Y en España, ¿qué? Poca cosa, hace unos días nos levantábamos con la noticia de que las retribuciones al Consejo de Administración de Terra habían aumentado durante el año 2002, a pesar de la que está cayendo para la compañía, y para sus accionistas. Terra, por supuesto, lo justifica. No es el único caso, también podríamos hablar de las jubilaciones de oro, afortunadamente discutidas en los tribunales, recibidas por ex banqueros a tiempo parcial; por no hablar de la poca claridad respecto de las prácticas y procedimientos de los comités de nombramientos y retribuciones en algunas compañías españolas; aquellas que, por lo menos, han constituido estos comités, de las demás, mejor dejarlo; también conviene recordar que, según Heidrick & Struggles, los consejeros de compañías españolas son los mejor pagados de Europa. En fin, que a CalPERS se le pondrían los pelos de punta.

Escrito por Ramón Pueyo