El hidrógeno se puede producir a partir de materias primas limpias y con métodos no contaminantes. Puede ser utilizado sin emisiones de CO2 ni de otros gases nocivos, dejando tras de sí tan solo agua. Podría servir para propulsar todo tipo de transporte, como materia prima en la industria, para almacenar el exceso de electricidad renovable e, incluso, reemplazar al gas fósil en la calefacción de nuestros hogares. Una nueva economía del hidrógeno podría estar a punto de nacer. ¿Seguro? Quizá no sea así…

En este informe analizamos 10 mitos sobre los que se construye la propuesta de utilizar hidrógeno para la calefacción de nuestros hogares. Si se utiliza bien, estamos ante un vector energético que representa una oportunidad para alcanzar los objetivos climáticos y acelerar la transición energética en España. Pero no se puede obviar que estamos ante un recurso escaso y cuya producción tiene un elevado coste económico y energético. Por ello, es necesario emplearlo de manera inteligente.
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