La norma Euro 7 es la última oportunidad para reducir la contaminación atmosférica tóxica de los motores. Así se lo transmitimos ONG europeas y ciudades a la Comisión Europea en una carta.

A pesar de los avances para la eliminación de los coches con motor de combustión interna en 2035 y de la adopción de los coches eléctricos, la nueva norma Euro 7 sigue siendo pertinente. Ese es el mensaje que grupos de la sociedad civil y ciudades -entre ellas Paris, Londres y Bruselas- hemos enviado a seis miembros de la Comisión Europea. En una carta pedimos a los comisarios que propongan una norma que reduzca la contaminación a los niveles más bajos que sean técnicamente viables y que cierre todas las lagunas que dejó la era del Dieselgate.

La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente -de la que formamos parte- prevé que se venderán 95 millones más de coches con motor de combustión en Europa entre 2025 y 2035, fecha en la que está previsto que entre en vigor la norma Euro 7, mientras que la adopción de los camiones de emisiones cero llevará su tiempo. De media estos vehículos permanecerán en la carretera durante más de una década, y mucho más tiempo en Europa central, oriental y meridional, a menudo más de 15 años. Esto significa que habrá al menos otro cuarto de siglo de vehículos contaminantes en las carreteras europeas.

Una nueva norma Euro 7/VII es la última oportunidad de Europa para reducir la contaminación tóxica de los motores y no se puede perder. Una norma ambiciosa podría reducir las emisiones totales de NOx de la UE en 4,2 millones de toneladas para 2050 y evitar 35.000 muertes prematuras. Es fundamental que las grandes reducciones de la contaminación sean técnica y económicamente viables. La propuesta de la Comisión debe ser una revisión exhaustiva de la obsoleta norma Euro 6/VI, reduciendo la contaminación a los niveles más bajos técnicamente viables y cerrando todas las lagunas que quedaron de la era del Dieselgate.

Por ello, las organizaciones firmantes pedimos a la Comisión Europea que garantice que su propuesta:

  • Establecerá los límites más bajos a nivel mundial, basados en la mejor tecnología disponible. Como mínimo, debería ajustarse a los escenarios de límites más ambiciosos presentados por CLOVE. También, más ambición en las emisiones de arranque en frío.
  • Regulará todos los contaminantes relevantes perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente, incluyendo los ultrafinos, el amoníaco, el óxido nitroso, el metano y las partículas de los frenos.
  • Cubrirá todas las condiciones de conducción que pueden darse en Europa, garantizando que los límites de emisiones se apliquen en cualquier lugar y momento en que se conduzca un coche.
  • Garantizará el cumplimiento de las emisiones a lo largo de toda la vida y exige pruebas de durabilidad y en servicio que cubran toda la vida útil de los vehículos en todos los Estados miembros.

Lo anterior debe sumarse a lo propuesto por el Consorcio CLOVE, creado para asesorar a la Comisión. Esta norma debe introducirse a más tardar en 2025. La carta está dirigida al Presidente y Vicepresidente de la Comisión Europea y a los Comisarios de Industria, Medio Ambiente, Transporte y Sanidad.

   

  Carta [EN]

   

Más información:

Cristian Quílez
Project Manager | Políticas Públicas y Gobernanza Climática
cristian.quilez@ecodes.org

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