Compartimos el informe de Stefan Scheuer Consulting y Fraunhofer ISI sobre la EED

El 14 de julio de 2021, la Comisión Europea publicó el paquete "Fit for 55" para alinear las principales normas energéticas y climáticas de la UE con el nuevo objetivo climático de la UE para 2030. El paquete incluye, entre otras cosas, propuestas de revisión de la Directiva relativa a la Eficiencia Energética (DEE); una ampliación de la fijación de precios del carbono con un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) para los edificios y el transporte por carretera; un nuevo Fondo Social para el Clima; y mayores objetivos en materia de energías procedentes de fuentes renovables y del Reglamento de reparto del esfuerzo.


Un avance para la credibilidad de la política de eficiencia energética de la UE: La propuesta de refundición de la DEE aumenta la ambición de los objetivos de la UE, hace que el objetivo a nivel de la UE sea vinculante y casi duplica la obligación nacional de ahorro de energía. Se introducen herramientas de gobernanza de objetivos potencialmente potentes. Podrían aumentar el cumplimiento, permitir la aplicación y, de hecho, garantizar la consecución del objetivo de la UE. En el centro se encuentra una fórmula de asignación de objetivos para fomentar una forma transparente y justa de determinar las contribuciones nacionales y un factor de corrección para evitar un desfase entre las contribuciones nacionales y el objetivo de la UE. Pero los legisladores aún tienen una tarea importante para que esto funcione en la práctica. Se requiere una secuencia explícita de, primero, aplicar la fórmula basada en criterios objetivos, segundo, considerar los criterios subjetivos y, tercero, utilizar el factor de corrección para cerrar cualquier brecha de ambición. Los criterios de la fórmula de asignación de objetivos deben revisarse para fomentar la aceptación por parte de los Estados miembros y reforzar las perspectivas de equidad climática y social. Con el fin de mejorar el cumplimiento y colmar las lagunas de los objetivos durante la aplicación, es necesario fijar las contribuciones nacionales una vez que las hayan establecido los Estados miembros.


Un paso hacia niveles de ahorro energético rentables: Los niveles de eficiencia energética propuestos por la UE para 2030, un 9% por debajo del escenario de referencia de 2020 (un 36% por debajo del consumo de energía final del escenario de referencia de 2007 y un 39% por debajo del consumo de energía primaria del escenario de referencia de 2007), están por encima de los objetivos actuales del 32,5%, pero siguen estando por debajo de los potenciales. Las últimas evaluaciones muestran que el ahorro de energía económica llevaría a la UE dos veces más lejos: Un 17% por debajo del consumo de energía final del escenario de referencia de 2020 y un 18% por debajo del consumo de energía primaria del escenario de referencia de 2020 (un 41% por debajo del consumo de energía final del escenario de referencia de 2007 y un 45% por debajo del consumo de energía primaria del escenario de referencia de 2007). Además, con el aumento de la fijación de precios del carbono y el refuerzo de las condiciones de reciclaje de los ingresos, se crean nuevos potenciales de ahorro energético económico. Los Estados miembros tienen que aprovechar estos potenciales para mitigar los impactos sociales negativos del aumento de los precios de la energía y para encaminarse hacia la neutralidad climática.

Un viento de cola para una aplicación más ambiciosa del DEE a partir de las políticas climáticas: El reciclaje de los ingresos del ETS para las medidas de eficiencia energética, incluidas las nuevas del ETS propuesto para los edificios y el transporte, ayudará a evitar los impactos sociales negativos. Pero hay que hacer más en la propuesta del ETS para asegurar un gasto adicional en eficiencia energética además de los programas existentes. Los Estados miembros pueden presentar medidas de eficiencia energética en el marco del Fondo Social del Clima. El fondo tiene el potencial de impulsar la aplicación de la EED condicionando los pagos a la consecución de las contribuciones nacionales en materia de eficiencia energética. El aumento de los objetivos de la reforma energética impulsará aún más la aplicación de la DEE. Pero esto no funcionará para todos los Estados miembros debido a la gran diferencia de niveles de ambición entre los países de ingresos bajos y altos.


El Parlamento Europeo ha pedido en repetidas ocasiones que se refuerce la aplicación de la DEE a través de objetivos nacionales vinculantes, el último en 2020, en su reacción al Green Deal. La Comisión Europea se ha acercado a esta expectativa, pero se ha visto frenada por la oposición de los Estados miembros.


La consecución del objetivo puede garantizarse si los legisladores de la UE consiguen aclarar y poner el orden adecuado en los elementos de gobernanza del objetivo propuesto y desplegar plenamente los elementos de apoyo de las demás piezas del paquete. El resultado será una política de eficiencia energética eficaz y creíble y un mayor flujo financiero para apoyar las inversiones climáticas: los requisitos previos para lograr una transición energética rápida, justa y atractiva.

   

¿Puede el paquete Fit for 55 cumplir con los objetivos de eficiencia energética?

   

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