Solidaridad verde - Recomendaciones para un Plan Social para el Clima justo
Nos encontramos en un momento clave de la mitigación y adaptación al cambio climático. Muchas políticas ambientales, pese a ser transversales a buena parte del espectro político, generan rechazo en una parte de la población. Fuimos testigo de esto durante las protestas de los Gilets Jaunes (chalecos amarillos) en Francia y la revuelta de distintos agentes del sector agrícola en buena parte de Europa. Tras constatar la necesidad de tener en cuenta los impactos sociales de estas políticas ambientales, la Comisión Europea lanzó el Fondo Social por el Clima, con el objetivo de mitigar los efectos de la introducción de los sectores del transporte por carretera y residencial en el Régimen de comercio de derechos de emisión (EU ETS-2), que llevaría al aumento de los precios de los combustibles fósiles.
Los Estados miembro deben redactar sus Planes Sociales para el Clima, para invertir el presupuesto disponible a través del Fondo Social para el Clima en medidas y programas que protejan a los hogares vulnerables y los usuarios del transporte vulnerables antes de que empiecen a notarse los efectos perjudiciales del EU ETS-2, a partir de enero de 2027.
El uso efectivo del Fondo Social para el Clima por parte de los Estados miembros para reducir la pobreza energética y de transporte dependerá de los 3 principios siguientes:
- Garantizar una participación pública significativa y un compromiso temprano.
- Dar prioridad a medidas específicas de empoderamiento e inclusión que busquen soluciones estructurales, evitando el enquistamiento de los combustibles fósiles y las medidas a corto plazo.
- Movilizar financiación adicional más allá de la contribución obligatoria de los Estados miembro del 25%.
Es necesario actuar rápido, con una amplia colaboración y con los fondos suficientes. No es tarea fácil, pero es necesaria.
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