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Lunes 30 de Junio de 2003

Uno de los hallazgos más interesantes del feminismo contemporáneo ha sido la demostración de la existencia de referentes culturales femeninos que supieron llevar al mundo elementos propios de su experiencia personal como mujeres, lo cual significó un aspecto tan novedoso que revolucionó el mundo en el que vivían, convirtiéndose a su vez en mitos, modelos a seguir, o simplemente a analizar y comprender.

Esta recuperación de figuras femeninas transformadoras del mundo demuestra que la mediación femenina, cuando realmente transforma significados, es revolucionaria.

El mundo intelectual, que es la primera construcción social (anterior al político o el económico, aunque haya quienes piensen que no es éste el orden correcto), fue el primero en tener nuevos órdenes simbólicos en mujeres como Christine de Pizan, Virginia Woolf o María Zambrano.

Sin embargo carecemos de referentes en otros ámbitos en los que las mujeres se han asimilado a un pensamiento y una práctica patriarcal que ha borrado cualquier rastro de su propio ser mujer. El mundo de la economía es una evidencia de esto. Hasta ahora no ha habido una mujer que haya logrado la revolución simbólica tan necesaria para transformar las ideas en este campo. El que los consejos de administración de las grandes empresas estén representados en su mayoría por hombres es una de las principales razones.

Hace años que el tema de mujeres y poder es un debate abierto: la torpe solución de las cuotas mitiga en parte el gran defecto nombrado anteriormente, pero la experiencia va demostrando que no basta con que aparezcan mujeres en los estrados económicos o políticos, si esa mujer no sabe o no quiere aportar lo que pertenece a su experiencia más personal en la realización de su actividad, el que sea mujer no habrá servido para nada.

El premio al Desarrollo Sostenible que este año ha concedido la Fundación Ecología y Desarrollo ha sido también el reconocimiento a una mujer que puede transformarse en un referente femenino: Marina Silva, ministra de Medio Ambiente de Brasil es un ejemplo de lucha ambiental desde sí misma, desde su experiencia femenina, sin olvidar su propio pasado de seringueira y cuidadora de su familia.

En el medio ambiente estamos de suerte, otra mujer abrió ya camino: Petra Kelly, diputada durante años de los verdes alemanes, dejó en sus textos un pensamiento que revolucionó el mundo de la ecología y de la política desde su propia experiencia femenina.

Tal vez ya estén ahí y sólo haya que encontrarlas, con otra mirada.

Escrito por Ana Mastral

Es tiempo de actuar

Es el momento de dejar de pensar que puede hacer el planeta por ti y pensar qué puedes hacer tú por el planeta.

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