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Viernes 13 de Mayo de 2005
  • Lo más recomendable es elegir alimentos ecológicos, que están prácticamente libres de plaguicidas (a veces se encuentran cantidades insignificantes debido a que se han utilizado cajas, contenedores o medios de transporte usados antes con cultivos convencionales). Todos los productos alimentarios procedentes de este método de cultivo cumplen unas normas estrictas que las hacen aparecer en el mercado con plenas garantías equivalentes a las de cualquier otro Consejo Regulador de Denominación de Origen. El reglamento excluye taxativamente el empleo de cualquier producto biocida o fertilizante que provenga de síntesis química durante todo el proceso hasta llegar al consumidor, por lo que el contenido de residuos potencialmente tóxicos que presenten los productos se deberán solamente a la contaminación difusa planetaria.
    Conviene especialmente que sean ecológicas las variedades «cóctel» (pimientos, tomates, uvas, fresas...) y, en general, las frutas con pepitas o hueso, como las nectarinas, los melocotones, las manzanas o las peras. Las hortalizas más contaminadas son las espinacas, el apio, las patatas y los pimientos. Los vegetales ecológicos también son la elección más recomendable para mujeres embarazadas, lactantes y niños, pues es necesario proteger los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario durante su etapa de formación, cuando son más vulnerables.
  • Si se opta por los productos de cultivo intensivo, hay que elegir frutas y verduras de temporada. Son los que suelen estar más limpios, especialmente el brécol, los guisantes, el aguacate, las piñas y los mangos.
  • Antes de comer, lavar bien. Parte de los plaguicidas se acumulan sobre la piel del alimento, que también puede estar recubierta de ceras que mejoran su aspecto (les confieren brillo).Es eficaz lavar con un cepillo especial. En el caso de las hortalizas de piel fina, conviene pelarlas. En cualquier caso, siempre quedará una proporción de plaguicidas sistémicos que han llegado hasta la pulpa. Aunque hay productos más difíciles de lavar como las fresas, que es una fruta compleja donde lavar con agua y jabón no es recomendable, por su textura. Pero se recomienda que se laven bien, que lo que se puede pelar, que se pele.
  • En las verduras de hojas grandes, conviene eliminar las hojas exteriores. No sólo acumulan plaguicidas, también recogen los metales pesados transportando por el aire, como el cadmio y el plomo.

Es tiempo de actuar

Es el momento de dejar de pensar que puede hacer el planeta por ti y pensar qué puedes hacer tú por el planeta.

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