Martes 19 de Noviembre de 2013
Ni siquiera el gran tifón Haiyan, que ha causado más de 3.500 muertes en Filipinas, ha cambiado el guión de las grandes potencias para afrontar el calentamiento del planeta. En la apertura de la conferencia de la ONU sobre cambio climático (inaugurada el día 11, en Varsovia), el delegado filipino, Yeb Sano, tuvo una emotiva intervención para reclamar una acción decidida para combatir los fenómenos meteorológicos extremos, relacionados por los climatólogos con el aumento de temperaturas. "Lo que mi país está sufriendo debido a un suceso climático extremo es demencial", dijo Sano. Pero el síndrome del Haiyan duró poco. Ninguna gran potencia (ni ricos ni emergentes) ha planteado un nuevo compromiso para reducir las emisiones de los gases que calientan la atmósfera.