Cristina Castro narra cómo la tecnología hace nuestra vida más fácil y resulta clave para proteger el medioambiente

Si bien la relación entre tecnología y desarrollo ha sido una constante y enseguida se asocia un término a otro, no ocurre lo mismo cuando comparamos tecnología y sostenibilidad. 

La tecnología ha servido para hacer nuestra vida más fácil, pero también ha sido clave para proteger el medioambiente. La gestión del agua y del saneamiento, nuevas energías renovables que han ido reemplazado a otras con mayor impacto ambiental, las nuevas maneras digitales de comunicarnos… tienen una base tecnológica significativa.

Y por eso me gustaría recoger aquí algunos de los avances tecnológicos de los últimos años que han hecho que la vida sostenible sea más viable que nunca.

El IoT o el internet de las cosas

Este concepto se refiere a la posibilidad de interconectar dispositivos que interactúan con nosotros diariamente. Esto permite mejorar, por ejemplo, el ahorro de energía, ya que mediante termostatos y sensores puedo desconectar luces y sistemas de acondicionamiento de edificios cuando no sean necesarios. Y esto lo puedo hacer utilizando una aplicación de mi móvil inteligente, que me permite controlar varios dispositivos simplemente apretando un botón.

En términos de comunicación, el IoT nos permite conectar nuestras decisiones, con grupos de personas con el mismo interés que nosotros en determinadas áreas. Un ejemplo son las aplicaciones para el uso de coches compartidos, en lugar de poderlo hacer con las personas más cercanas, que a lo mejor no tienen esa misma necesidad, puedo abrirlo a un grupo mucho más numeroso con el interés que busco.

La eficiencia energética

El aumento de la eficiencia energética es de vital importancia en la lucha contra el cambio climático. Alguno de los hitos importantes de la tecnología en este sentido han sido la capacidad de almacenar energía en baterías, lo que facilita la viabilidad de las inconstantes energías renovables, o el progreso de diferentes sistemas de propulsión para el transporte, no basados en combustibles fósiles (como por ejemplo los sistemas de hidrógeno). 

La agrotecnología o agricultura de precisión

Es el uso de tecnología para hacer que las prácticas agrícolas se realicen con los menores recursos posibles, aumentando la calidad y los rendimientos de los cultivos, y generando menos residuos. Sensores y aplicaciones informáticas para monitorear los procesos de cultivo y administrar los recursos necesarios (por ejemplo, el agua). Satélites y drones para generar gran cantidad de información (big data) para realizar la cosecha o la siembra.


La movilidad eléctrica

Es aquella que hace uso de motores eléctricos para conseguir la locomoción. Actualmente este tipo de movilidad ya ofrece soluciones en coches, bicicletas, motocicletas y vehículos de transporte pesado. Cada vez alcanzando mayores distancias de desplazamiento.

Este tipo de movilidad ha llegado para quedarse y marcará el futuro de un transporte más sostenible.

La Economía circular

Es un sistema que, con la ayuda de la mejor tecnología disponible, permite que los recursos se reutilicen y los productos se diseñen para su reutilización al final de su ciclo de vida. Cuando los recursos y los bienes vuelven a ingresar al sistema, en lugar de ser descartados, se pueden ahorrar costes de producción y disminuir significativamente el desperdicio.

En general, la tecnología no es el final de la sostenibilidad, sino una herramienta que puede ayudar a abordar los problemas más amplios de la sostenibilidad y la sociedad.

Cristina Castro

Consejera de ECODES

Líder tecnológico en el área de innovación corporativa de BSH Electrodomésticos España SA

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