Urge la adaptación y la rehabilitación energética de los centros educativos para combatir las altas temperatura que sufren los niños en periodo escolar debido al adelanto y prolongación del verano como consecuencia de la crisis climática.

Miércoles 19 de Junio de 2019 - Esta semana los termómetros alcanzan temperaturas propias de pleno verano pero los niños todavía están en las guarderías, colegios e institutos. Muchos padres y madres reconocerán la escena de recoger a sus pequeños sudorosos tras la jornada escolar o de hacer cábalas con la conciliación familiar para no tener que dejarlos ”en tardes entretenidas o divertidas” soportando las elevadas temperaturas que se alcanzan tanto en el interior del  cole como en el patio de recreo.

El cambio climático está haciendo que en los últimos años el verano se adelante y se prolongue alcanzando temperaturas superiores a los 35 ºC tanto en Junio como en Septiembre, meses incluidos en el calendario escolar (o incluso antes, como ocurrió en mayo de 2017).  Sin embargo, la mayoría de los colegios y guarderías fueron construidos antes de que existiesen criterios de eficiencia energética por lo que no están adaptados para hacer frente a estas olas de calor.La mejora del aislamiento de tejados y fachadas, el cambio de ventanas,  el uso de técnicas pasivas de  ventilación, la instalación de equipos de climatización, la instalación de paneles solares fotovoltaicos para el autoconsumo de energía comunitario o el incremento de la vegetación en los patios de recreo para generar zonas de sombra y refrescarlos son algunas medidas de adaptación que se están empezando a poner en marcha en experiencias piloto. Un ejemplo es el proyecto “Adaptación climática en las escuelas azul, verde y gris en Barcelona",  pero urge implementar medidas similares de forma generalizada para hacer frente a los cada vez más largos y rigurosos veranos que se cuelan en los periodos escolares.Además, las medidas de adaptación deben ir acompañados de una labor de sensibilización y educación en la comunidad escolar para mitigar el cambio climático logrando que las “Escuelas de calor” se conviertan en “Escuelas CeroCO2”, es decir, en escuelas que calculan y reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero siendo un ejemplo de comunidades bajas en carbono.

Como indica Cecilia Foronda “el nuevo real decreto de autoconsumo abre las puertas a que en los tejados de los colegios se instalen paneles fotovoltaicos para crear comunidades de autoconsumo compartido no solo para cubrir las necesidades de electricidad del colegio,   sino también, para que los vecinos puedan participar en la instalación y convertirse en prosumidores  de energía, añadiendo incluso un componente de solidaridad con las personas más vulnerables del barrio".

Los hábitos de ahorro de energía adquiridos durante la infancia se prolongan toda la vida. La emergencia climática exige formar personas que hagan un uso responsable de los recursos en todas las facetas de su vida empezando por el colegio. También es bien conocido que los niños son excelentes motores para que el cuidado del planeta se extienda entre sus mayores.Ya estamos viviendo el impacto del calentamiento global y las previsiones indican que si no actuamos ya la temperatura media del planeta se incrementará 2 ºC en 2050, afectando a los colectivos más vulnerables como la infancia y la tercera edad. Por ello, como reivindica la plataforma de madres y padres “Escuelas de calor”, surgida hace dos años en Sevilla, la crisis climática obliga a las administraciones públicas a hacer las inversiones necesarias para garantizar unas condiciones de temperatura adecuadas en las aulas que garanticen la salud de los escolares y su rendimiento, a la vez que se hace frente al cambio climático. Que “Arda la calle al sol de poniente” no se convierta en el futuro de nuestros niños y niñas.
 

Más información:Cecilia Foronda Diez
Directora de Ciudades Sostenibles
Tel: 638 812 239 
E: cecilia.foronda@ecodes.org

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