La negociación a tres bandas entre Parlamento, Comisión y Consejo sobre los estándares de CO2 para turismos y furgonetas quedó bloqueada por la oposición de la Presidencia austriaca. Las negociaciones deben continuar la semana que viene. España, que se ha situado en una posición intermedia debería apostar por un acuerdo ambicioso. Respecto a los estándares de CO2 para vehículos pesados queda una semana para incrementar ambición por parte de España.

Viernes 14 de Diciembre de 2018 - El próximo lunes 17 de diciembre se celebrará una nueva reunión a tres bandas (trílogo) entre los Estados Miembros representados en el Consejo de la Unión Europea, el Parlamento y la Comisión Europea para tratar de llegar a un acuerdo sobre las normas que regulan las emisiones de CO2 de los vehículos comerciales ligeros (modificación del Reglamento (CE) n.º 715/2007).

La reunión es el resultado de la falta de acuerdo entre las partes. La Presidencia austríaca se mantiene firme del lado de países como Alemania que tratan de rebajar los objetivos a una propuesta que es crucial para conseguir los objetivos de París. De ganar este pulso Alemania, no habrá otra oportunidad para disminuir emisiones de CO2 en vehículos hasta dentro de 10 años.

La reducción del 35% en 2030 acordado por el Consejo de la UE ya es insuficiente para cumplir con los objetivos de París sobre todo teniendo en cuenta que el transporte supone el 27% de las emisiones de CO2 en el conjunto de la Unión Europea, y es el único sector que continúa aumentando emisiones. Esta es la razón por la cual  las ONG Ecodes, Ecologistas en Acción, Eco-unión y PTP, socios nacionales de Transport & Environment, piden al gobierno:

  • Mantener los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para 2030 lo más cerca posible a la posición del 40% votada por el Parlamento Europeo y en cualquier caso que éstas no bajen del 35% reales.
  • Asegurar que se alcanzan las reducciones acordadas en el mundo real y no sólo en laboratorio, a sabiendas de que la brecha entre mediciones en un contexto y en otro puede llegar hasta un 40%. Esto podría resolverse fácilmente mediante el uso obligatorio de medidores de consumo de combustible que además dificultarían que los fabricantes puedan manipular los resultados de emisiones como ya hicieron en el Dieselgate.
  • Que España no apoye  la enmienda introducida por el Consejo de la UE  que recompensa en exceso a los híbridos enchufables, ya que no están exentos de emisiones de gases de efecto invernadero. De aceptarse esta enmienda se motivaría a los fabricantes a seguir fabricando coches contaminantes, lo que convertiría un 35% de reducción en 2030 en un 31.8%. Una disminución  importante que impediría aún más el objetivo de cero emisiones en 2050 (ver estudio).
  • Que se limite el conteo doble de vehículos eléctricos para mercados menos desarrollados a no más del 5% de las ventas de vehículos eléctricos por los fabricantes de automóviles.

Las organizaciones firmantes también recuerdan que en paralelo a estas negociaciones sobre coches y furgonetas se discute esta misma semana en el consejo de la Unión Europea la implementación de estándares de CO2 para vehículos pesados y su nivel de ambición. Esta discusión es histórica pues será la primera vez que existan estándares sobre consumo de combustible para camiones. Esta medida cuenta con un fuerte apoyo de la industria lo que hace aún más sorprendente la falta de ambición de la Comisión europea y los Estados miembros, incluyendo España. A este respecto, las ONG firmantes, piden al gobierno:

  • Apoyar el objetivo de -20% para 2025. Hay que tener en cuenta que mientras que la Comisión Europea propone un objetivo de reducción del 15% para 2025 y del 30% para 2030, grandes compañías y organizaciones como Carrefour, IKEA y en España Mercadona, Día, Eroski, la Asociación de transporte internacional por carretera (ASTIC) defienden un -20% para 2025 y objetivos de ventas de camiones de cero y bajas emisiones.
  • España debería apoyar el sistema de “supercreditos” sólo para el periodo 2019-2024. A partir de 2025 debería aplicarse un sistema de valores de referencia (“benchmark system”) que podría determinarse en la revisión de 2022. Francia y Alemania no se oponen por lo cual España no debería obstaculizar este avance, y dejar de apoyar el doble conteo hasta 2029.

Si nuestro gobierno realmente quiere descarbonizar el transporte a largo plazo, las organizaciones ecologistas defienden que España ha de defender la aprobación de estándares ambiciosos, pues sólo así la industria acelerará los cambios necesarios para hacerlo asegurando así los empleos asociados.  

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Más información:

Isabell Büschel (T&E) +34 658391171

Miriam Zaitegui (Ecodes) +34 675391638

Nuria Blázquez (Ecologistas en Acción) +34 660306931

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