La adaptación al cambio climático no está a la altura de la ambición

El Tribuna de Cuentas Europeo (TCE), en el ámbito de sus funciones, ha publicado recientemente un informe especial analizando las medidas de adaptación que se implementan en la Unión Europea. El documento titulado "Informe Especial: Adaptación al cambio climático en la UE. La acción no está a la altura de la ambición", analiza especifícamente algunas cuestiones relacionadas con el sector del turismo de nieve.
El Tribuna de Cuentas Europeo (TCE) tiene la función de comprobar que los fondos de la UE se perciben y se utilizan correctamente, contribuyendo a mejorar la gestión financiera de la UE. En su calidad de auditor externo independiente de la UE, el TCE, vela por los intereses de los contribuyentes europeos. Aunque el TCE no tiene capacidad jurídica, contribuye a mejorar la gestión del presupuesto de la UE por parte de la Comisión Europea e informa sobre las finanzas de la Unión. PAra ello:
- Audita los ingresos y los gastos de la UE para verificar que la percepción, uso, rentabilidad y contabilidad de los fondos son los correctos.
- Supervisa a cualquier persona u organización que maneje fondos de la UE, en particular mediante controles puntuales en las instituciones de la UE (especialmente en la Comisión), los Estados miembros y los países que reciben ayuda de la UE.
- Elabora conclusiones y recomendaciones dirigidas a la Comisión Europea y los Gobiernos nacionales en sus informes de auditoría.
- Informa de sus sospechas de fraude, corrupción u otras actividades ilegales a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF).
- Elabora un informe anual para el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, que el Parlamento examina antes de aprobar la gestión del presupuesto de la UE por parte de la Comisión.
- Facilita dictámenes periciales a los responsables políticos de la UE sobre cómo mejorar la gestión financiera y la rendición de cuentas a los ciudadanos.
- Publica dictámenes sobre la legislación preparatoria que incidirá en la gestión financiera de la UE, así como documentos de posición, estudios y publicaciones específicas sobre cuestiones relacionadas con las finanzas públicas de la UE.
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En el informe se incluye una observación específica en la que reconoce que en la UE, la adaptación frente al cambio climático, es transversal distribuyéndose la financiación en diferentes políticas europeas, como las de agricultura, cohesión e investigación. Se analizan 36 proyectos de adaptación reconociendo que más de la mitad (diecinueve) abordaban los riesgos climáticos de forma eficaz, 13 tuvieron un impacto escaso o nulo en la mejora de la capacidad de adaptación y 2 puedan den lugar a una mala adaptación. En este sentido, el documento reconoce expresamente que invertir en cañones de nieve artificial en lugar de centrarse en el turismo durante todo el año es un modelo de mala adaptación.Y concluye que "soluciones caras y a corto plazo, como el rellenado de playas, no aportan mucho valor añadido si no tienen en cuenta consideraciones a largo plazo, como la reubicación. También ocurre así en las zonas montañosas, donde los cañones de nieve aumentan la presión sobre el uso del agua y solo ofrecen una solución a corto plazo para abordar el cambio climático".
Aunque se llega a la conclusión de que el marco de la UE en materia de adaptación es sólido, también se observa que los informes de implementación son ineficaces y la concienciación local escasa. En relación a las regiones de montaña y el turismo de esquí, se indica que es prioritario adaptarse a la reducción de la nieve y al inevitable deshielo de los glaciares. El informe destaca que las estrategias y planes de adaptación de la UE, nacionales y regionales son prudentes en cuanto a la necesidad y los medios de adaptar las estaciones de esquí a las futuras condiciones climáticas. Y señala dos legislaciones concretas:
- Francia identificó alternativas como la diversificación de las actividades y el desarrollo del turismo durante todo el año, pero solo nueve medidas de un total de 470 abordaban directamente la cuestión de la adaptación del turismo de montaña al cambio climático. La legislación francesa sobre el clima exige que cada zona de montaña elabore un plan estratégico de adaptación al cambio climático en el que se identifiquen formas de diversificar las actividades económicas y turísticas.
- La estrategia austriaca concluye que aumentar la producción de nieve a altitudes inferiores sería discordante, ya que se lograría a expensas del consumo de agua y energía. Austria también promueve el turismo de cuatro estaciones.
En relación a las zonas de montaña y las necesidades de adaptación, el informe reconoce que la escasez de nieve amenaza el turismo de esquí. Destaca que estudios recientes confirman que, con un calentamiento global de dos grados por encima de los niveles preindustriales, el riesgo de insuficiencia de nieve sería muy alto en alrededor de la mitad de las estaciones de esquí europeas. Las únicas excepciones serían las estaciones situadas por encima de los 2 000 m. Un calentamiento global de cuatro grados por encima de los niveles preindustriales conllevaría un riesgo muy alto de insuficiencia de nieve en casi todas las estaciones de esquí.
El sector turístico está afrontando la situación de manera mayoritaria con producción de nieve artificial significando que, por ejemplo, Austria tiene equipadas con sistemas de innovación alrededor del 70% de las pistas de esquí. Sin embargo, no se tiene en cuenta que este modelo de adaptación aumenta el consumo de agua y energía y, por tanto, la huella de carbono.
El documento reconoce que algunos proyectos de innovación destinados a hacer los cañones de nieve más eficientes desde el punto de vista energético recibieron financiación en el marco de programas operativos de fomento de la competitividad. Esto puede entrar en contradicción con cuestiones como las planteadas por el Tribunal de Cuentas francés que expusó en en un informe de 2024 que la generación de nieve artificial puede dar lugar a una adaptación inadecuada, pues aumenta la presión sobre el uso del agua y apenas ofrece una solución a corto plazo para abordar el cambio climático.
En las entrevistas realizadas por el TCE, las autoridades regionales participantes solicitan una diversificación de inversiones cuando las condiciones de nieve sean insuficientes y los costes de explotación resulten demasiado altos para las estaciones de esquí. Para ello, proponen crear incentivos para la inversión en turismo local y modelos slow, en rutas de ciclismo, senderismo y escalada. Estas actividades se consideran sostenibles y distribuyen el turismo de forma más uniforme a lo largo del año, lo que representa una solución a largo plazo para la zona.
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