Francia es el segundo destino en días jornadas/esquiador del mundo, con más de 53 millones (el primero es Estados Unidos con más de 61). Las pernoctaciones vinculadas al turismo de montaña representan el 22,4% del total.

El país tiene una característica específica ya que su oferta contempla grandes dominios esquiables junto a pequeñas estaciones de esquí. Y una cuestión específica, ya que el sector fue calificado por ley en 1985 como servicio público de carácter industrial y comercial. Los municipios, por tanto, tienen un rol fundamental en la explotación de las estaciones de esquí al gestionarlas directamente o delegando la misma en operadores privados.

Estos datos han llevado la Cámara de Cuentas ha realizar una encuesta para determinar las consecuencias del cambio climático en el sector y los esfuerzos de adaptación de las estaciones de esquí. Estas son algunas de las conclusiones del estudio (ver informe completo): 

• El modelo de gestión basado en la escala municipal no pemite realizar una adecuada adaptación frente al cambio climático con una escala territorial adecuada. Se necesita ampliar el modelo organizativo para integrar al conjunto de actores implicados.
  
  
• Existen más de 200 instalaciones no utilizadas y no desmontadas en las estaciones de esqui francesas. Es necesario integrar en los presupuestos públicos partidas para recuperar los espacios ocupados y abandonados.
  
  
• Las subvenciones públicas representan el 23% de los ingresos para las estaciones de esquí cuyo volumen de negocio anual es inferior a 15 millones de euros (alrededor de 124 millones de euros al año). Para las estaciones con un volumen de negocio inferior a 10 millones de euros, el importe es de 87 millones de euros, lo que representa el 28% de los ingresos.
  
  
• Al no realizar un replanteamiento del modelo de explotación, el monto de subsidios públicos sólo puede aumentar teniendo en cuenta las proyecciones climáticas, reduciendo las capacidades de los municipos para avanzar hacia un modelo turístico de "cuatro estaciones".
  
  
• Se tiene que adaptar el gasto público a la realidad climática y económica de cada territorio. Para permitir la adaptación en un enfoque no competitivo, teniendo en cuenta las fuertes diferencias entre las estaciones y la importante cantidad de fondos públicos ya movilizados, se debe crear un fondo de adaptación al cambio climático para financiar acciones de diversificación y deconstrucción de instalaciones obsoletas, financiado por el impuesto local sobre los remontes mecánicos.

 El informe realiza una serie de recomendaciones para avanzar en la adaptación de las estaciones de esquí frente al cambio climático: 

1. Crear un observatorio nacional que reúna todos los datos de vulnerabilidad de las montañas y que sea accesible a todos los agentes locales (Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial).
   
   
2. Desarrollar el marco normativo para que las autorizaciones de extracciones de agua destinadas a la producción de nieve tengan en cuenta las perspectivas climáticas (Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial).
   
   
3. Aprobar planes de adaptación al cambio climático, poniendo en marcha los planes de montaña previstos en la Ley de Clima y Resiliencia (autoridades implicadas, Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial).
   
   
4. Condicionar el apoyo público a la inversión en las estaciones de esquí al contenido de los planes de adaptación al cambio climático (Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial, Regiones, Departamentos).
   
   
5. Establecer una gobernanza de las estaciones de montaña que no recaiga únicamente en el nivel municipal (Ministerio del Interior y de Ultramar, autoridades locales).
   
   
6. Establecer un fondo de adaptación al cambio climático destinado a financiar actuaciones de diversificación y desmantelamiento de instalaciones obsoletas, financiado con la recaudación del impuesto sobre los remontes mecánicos (Ministerio de Transición Ecológica y Cohesión Territorial, Ministerio de Economía y Hacienda y Soberanía Industrial y Digital).