Un informe parlamentario formula 34 recomendaciones para hacer frente a los impactos del cambio climático

En el mes de febrero se publicó un informe parlamentario elaborado Joël Giraud, diputado por HautesAlpes y ex Ministro de Cohesión Territorial y Relaciones con los Colectivos Territoriales de Francia, por encargo de Elisabeth Borne, entonces primera ministra. El documento bajo el título "Los Nuevos Retos para el Desarrollo de los Territorios de Montaña" formula 34 recomendaciones para hacer frente a los impactos del cambio climático en una Francia calentada en +4° C en el año 2100. 

El informe pretende identificar las bases para desarrollar un nuevo "Plan Montaña 2030" en el actual contexto de cambio climático reconociendo que sin abandonar el modelo de esquí "el informe traza los caminos para favorecer una salida tranquila teniendo en cuenta la diversidad de situaciones" reconociendo que en la montaña se generan otras actividades. El informe, que se centra principalmente en el aspecto económico, tiene en cuenta de manera principal el desarrollo turístico, pero también de otros sectores como la agricultura, la industria, el sector maderero, la vivienda o el modelo de gestión pública. 

El informe fija cinco objetivos para el futuro de los territorios de montaña y 34 recomendaciones: 

  • Apoyar una salida pacífica del modelo de esquí, adaptado a la diversidad de situaciones y ampliando la oferta turística.
  • Recrear condiciones de vida atractivas en zonas de montaña para promover la fijación de población.
  • Crear, a partir de nuevos modelos económicos, cadenas de valor basadas en los activos de la montaña y sus modelos de actuación tradicionales.
  • Tener en cuenta a las poblaciones de las zonas montañosas para definir las acciones que mejor se adapten a su diversidad para responder a los desafíos del futuro.
  • Recrear la solidaridad por parte de los territorios que se benefician de los servicios de montaña

Tras identificar un debate radical sobre el fin del esquí, el informe recomienda un enfoque matizado entre los lugares donde el esquí puede continuar por un tiempo y los lugares que deben de buscar otras alternativas. También recomienda una cierta sobriedad en los nuevos modos de desarrollo turístico prohibiendo de manera simbólica el esquí en verano, realizando una moratoria sobre la ampliación de las zonas de esquí y de las urbanizaciones de ocio, poniendo fin a las subvenciones públicas para la implementación de sistemas de producción de nieve artificial y prohibiendo el bombeo de agua para abastecer los embalses en altura, que nunca deberían dedicarse exclusivamente a la producción de nieve.

Recomienda clasificar las estaciones en 3 categorías, teniendo en cuenta que la nieve artificial sólo debería utilizarse para garantizar el regreso a la zona de pernoctación esquiando:

  • En las que esquiar seguirá siendo posible en 2050.
  • En las que esquiar será posible en 2030.
  • Las que deberían abandonar el esquí, asumiendo en este caso de manera parcial y excepcional la deuda acumulada por parte de los municipios que las promueven.

Estas son las 34 recomendaciones del documento:

  1. Establecer una evaluación cuantitativa y cualitativa del futuro plan de montaña y de todas las medidas mencionadas con respecto a los objetivos marcados por las leyes de montaña.

  2. Dejar de implementar, en cada macizo de montaña, el plan gubernamental dedicado a mejorar la contratación de trabajadores temporeros.

  3. Reforzar los esfuerzos vinculados a la formación en los planes de "macizo de montaña interregional".

  4. Mantener la financiación estatal para fortalecer la oferta de lugares denominados "campus conectados" en zonas montañosas y promover el sistema en el público potencialmente afectado. El objetivo es la necesaria reindustrialización de las zonas de montaña y, como parte de la implementación de la segunda fase del programa "Territorios de la Industria", identificar la capacitación necesaria para la creación de clusters. Se deben de integrar los conocimientos del medio montañés en los cursos de formación secundaria y adaptarlos si fuera necesario en el marco del derecho a la experimentación y la diferenciación.

  5. Establecer sistemas de apoyo a los profesionales de los empleos de montaña para desarrollar sus prácticas y ampliar su ámbito de actividad o, incluso, apoyar su reciclaje.

  6. Iniciar la creación de empresas inmobiliarias locales a nivel EPCI (Establecimientos Públicos de Cooperación Intercomunal) y alentar a estas últimas a adoptar estrategias que involucren a todos los actores socioeconómicos basadas en un buen conocimiento del parque inmobiliario, movilizando herramientas con experiencia en operaciones complejas como ANRU (Agencia Nacional para la renovación Urbana) y trabajando bajo la premisa de un buen conocimiento del parque inmobiliario tanto en términos de la cantidad real de camas disponibles sobre la base del método CONITIFF desarrollado por CEREMA y ATOUT-FRANCE, complementado en caso necesario por observatorios locales, como en términos de calidad alojamiento.

  7. Movilizar medidas para apoyar a los propietarios de segundas residencias: crear un programa multiservicio específico para la renovación térmica de su propiedad; ampliar la aplicación del programa "MaPrimeRénov" a la renovación de segundas residencias y alojamientos turísticos amueblados acondicionados; estudiar el interés y alcance de la creación de un subdestino de "vivienda permanente" en los PLU (Plan de Ordenación Urbana Local); mantener la reducción fiscal para alojamientos turísticos amueblados sujetos a ingresos y duración del alquiler.

  8. Para aumentar el volumen de la oferta de vivienda, establecer un plan departamental de vivienda para los trabajadores de temporada que movilice a las comunidades para producir viviendas adecuadas, a los empleadores bajo los auspicios de las Cámaras de Comercio e Industria y a los propietarios de segundas viviendas. Para apoyar a los propietarios de segundas residencias, establecer un mecanismo financiero como la exención parcial de impuestos para los alquileres.

  9. Movilizar los instrumentos existentes y, en particular, el "Arrendamiento Real Solidario" para ayudar a la instalación e incluso al establecimiento de trabajadores de temporada en el marco de las zonas residenciales.

  10. Reforzar el papel de la movilidad a escala de los macizos montañosos: elaborar un análisis prospectivo de las cuestiones de movilidad estableciendo una trayectoria por macizo como parte de la preparación o revisión del componente de movilidad del CPER (contrato del plan Estado-Región) integrando los proyectos de regeneración de infraestructura ferroviaria e involucrando a las comisarías de policía de montaña.

  11. Establecer un inventario de infraestructura ferroviaria por masa de líneas o tramos de línea en desuso así como de paradas y estaciones cerradas, y examinar el interés económico y de servicio y las condiciones para una posible reapertura o la aplicación de soluciones alternativas.

  12. En torno al fortalecimiento de la oferta y los horarios de servicios ferroviarios, pero también como parte de una mejor coordinación de los horarios para crear una oferta global: buscar el establecimiento de centros de movilidad de montaña alrededor de estaciones y paradas; desarrollar soluciones digitales para la movilidad de servicios (MaaS); estabilizar y reforzar el futuro de los trenes nocturnos TET que dan acceso a las zonas de montaña; reforzar el acceso directo a las zonas montañosas y, en particular, a las zonas turísticas mediante trenes de alta velocidad.

  13. Implementar la estrategia nacional de transporte de mercancías por ferrocarril en las zonas de montaña e identificar los inmuebles actualmente propiedad de SNCF Réseau con el objetivo de venderlos en beneficio de nuevas actividades económicas.

  14. Para la necesaria adaptación de las redes de transporte por carretera (ampliada a todos los modos de transporte) a los riesgos climáticos actuales y futuros es necesario: movilizar a las autoridades competentes a nivel departamental y analizar las vulnerabilidades de todas las redes y vías de montaña utilizando la metodología desarrollada por CEREMA; ampliar el componente de movilidad del actual Plan Futuro de las Montañas y situar los proyectos en el marco de una visión global por zonas habitables; facilitar el régimen jurídico para la creación de ascensores de valle (unión del fondo del valle con las localidades de montaña a través de telecabinas, teleféricos o funiculares) al considerarlos como UTN locales.

  15. Establecer, en el marco del observatorio territorial, una misión que identifique, por macizo montañoso, los datos que permitan esclarecer la formación de valor de la economía de montaña y poner en marcha programas de investigación en colaboración con los laboratorios implicados en la materia.

  16. Establecer la medición exacta del peso económico y financiero de las actividades turísticas de invierno y de verano por macizo montañoso utilizando los mismos enfoques y los mismos indicadores.

  17. En aplicación del artículo 251 de la "Ley de Clima y Resiliencia" para cada macizo montañoso, finalizar el desarrollo de un plan estratégico de adaptación al cambio climático antes de finales de 2024 garantizando la correcta participación de todos los actores.

  18. Establecer una clasificación de las estaciones de esquí en tres categorías para implementar políticas públicas de apoyo al cambio climático adaptadas a cada una de ellas: las estaciones que probablemente podrán continuar con la actividad de esquí en 2050; las estaciones que probablemente puedan continuar con la actividad de esquí en condiciones; y las estaciones en las que se deberá abandonar inmediatamente la actividad de esquí.

  19. Condicionar la financiación pública de los remontes a la no ampliación de la zona de esquí (sin creación de nuevas unidades turísticas que conduzcan a una ampliación de la zona de esquí), a la racionalización del parque de nieve, al cálculo de la tasa de retorno de la inversión en relación con los escenarios futuros de nieve y el desarrollo de una estrategia territorial de adaptación al cambio climático. Se propone la adopción de una moratoria sobre nuevos proyectos inmobiliarios turísticos y no financiar los equipos de innivación artificial.

  20. Garantizar que la implementación de nuevas actividades invernales y estivales: sin integrar modelos que reproduzcan la industrialización de la montaña seguida por el esquí; ampliar el componente de ingeniería del Plan Avenir Montagne para apoyar principalmente la reconversión de las estaciones de montaña que abandonen inmediatamente el modelo de esquí; estudiar las modalidades de asumir parte de la deuda de las comunidades que gestionan remontes en régimen de gestión directa y abandonan total o parcialmente la actividad; aplicar las recomendaciones del informe de Jean-Yves Gouttebel sobre el futuro de la hidroterapia; apoyar financieramente acciones de mediación ambiental; permitir, antes de la próxima temporada de invierno, la firma de modificaciones para el suministro de electricidad a un precio limitado a 150 €/MWh para los contratos firmados con tarifas muy elevadas en otoño de 2022.

  21. Poner en marcha un plan de desarrollo del turismo social y juvenil, que incluya un componente de ingeniería y un componente de asistencia a la inversión para la renovación de inmuebles,

  22. Reforzar la cooperación transfronteriza e incluirla como eje estructural de los planes interregionales de montaña.

  23. Realizar peritajes para identificar las posibilidades actuales de integrar una variedad más amplia de actividades en el modelo económico DSP (Delegación de Servicio Público), particularmente con respecto a las actividades de verano y, si es necesario, desarrollar el marco legal actual a través de una modificación legislativa.

  24. Desarrollar enfoques de economía circular apoyando planes alimentarios territoriales que integren productos de montaña, convocatorias de proyectos de "Territorio Agrícola Positivo" y contratos de reciprocidad para el bosque incluyéndolos en los contratos de recuperación y transición ecológica.

  25. Promover proyectos de embalses en altura solo para fines de usos múltiples y sujetos a una gestión que involucre a las partes interesadas.

  26. Apoyar a las comunidades y las iniciativas ciudadanas: para aprovechar su potencial de desarrollo y producción de energías renovables para generar localmente el valor agregado y promover el suministro local; para lanzar convocatorias en cada agencia del agua de proyectos sencillos e innovadores que promuevan el potencial hidráulico de las zonas de montaña, incluidas explícitamente las redes de agua potable; para realizar un análisis exploratorio y una implementación a modo de laboratorio, en al menos dos sitios, de un enfoque integrado que vincule la producción y distribución locales de ENR (energías renovables), la instalación de redes de calefacción y la eficiencia energética de los edificios.

  27. Apoyar el desarrollo de campañas de calidad para los productos locales mediante la movilización de recursos promocionales.

  28. Apoyar el desarrollo de agrupaciones y sistemas territoriales de innovación en las zonas de montaña movilizando recursos prioritarios durante períodos de tres a cinco años y contemplando las especificidades de los proyectos industriales de montaña en las convocatorias de proyectos "Territorios Industriales".

  29. Reforzar el papel estratégico de los comités de montaña involucrando a todos los actores, incluidos los principales actores económicos y asociativos, ampliando el enfoque de los "espacios de valle" a todos los macizos de montaña sobre la base de la evaluación de la situación existente.

  30. Establecer una delegación interministerial de "montaña" a la que respondería un representante de cada ministerio y estudiar el refuerzo de recursos de las comisarías de montaña elaborando una hoja de ruta estatal para la transición de la economía de los territorios de montaña y liderar una red de prefecturas de "montaña".

  31. Capacitar a los funcionarios electos sobre los efectos del cambio climático a escala de su territorio para que puedan ser líderes en la transición.

  32. Elaborar un mapa de recursos de ingeniería territoriales para buscar sinergias: mantener, durante un tiempo suficientemente largo, un alto nivel de ingeniería territorial para apoyar y liderar proyectos; movilizar la financiación pública y las herramientas existentes de manera más operativa; identificar las simplificaciones administrativas para la creación y ejecución de proyectos reforzando la gestión local de las herramientas y la financiación.

  33. Concretar el principio de diferenciación o incluso de "derogación" pidiendo, para cada nueva norma, un cuestionamiento de la conveniencia de la adaptación a los territorios de montaña.

  34. Dedicar un presupuesto nacional del Fondo Verde a la adaptación de los territorios de montaña al cambio climático; excluir de este presupuesto las infraestructuras que se financiarán con una parte reservada del DSIL;  reforzar determinados criterios específicos de las regiones montañosas del DGF y su componente de biodiversidad, y movilizar el DSIL y DETR para promover la producción local; revisar el impuesto GEMAPI (sobre la gestión del medio acuático y la prevención de las inundaciones) para complementar la parte movilizada por las intercomunidades de montaña con una parte recaudada sobre toda la cuenca, que forma parte de una necesaria solidaridad aguas abajo y aguas arriba por parte de las comunidades que se benefician de los servicios naturales mantenidos por las comunidades de montaña; reintegrar las cuentas relativas a la ordenación y urbanización del suelo en la base FCTVA (Fondo de Compensación del Impuesto sobre el Valor Añadido).



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