La Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y el Agua Caliente pide una transposición rápida y ambiciosa de la Directiva de Eficiencia Energética y tiende la mano a las Administraciones Públicas para trabajar en ello.

31 de octubre de 2023. Asociaciones empresariales, centros de investigación y organizaciones medioambientales, reunidos bajo la Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y el Agua Caliente, valoran positivamente las disposiciones sobre sistemas de calefacción y refrigeración establecidas en la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética. La normativa, que entró en vigor el pasado 10 de octubre, fija un objetivo europeo de reducción de consumo de energía final del 11,7% para el año 2030, comparado con las previsiones hechas en 2020 para ese mismo año. 

Dicho objetivo está muy por debajo de lo necesario para que la Unión Europea (UE) cumpla sus obligaciones en virtud del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5º, y del potencial de ahorro energético económicamente rentable. Por tanto, España debe, en la transposición de la Directiva, maximizar su contribución e ir más allá del mínimo establecido por la UE. Además, el Estado debe tomar el liderazgo dejando atrás los retrasos habituales en la transposición de directivas europeas, que suponen un obstáculo a la rehabilitación.

Los sistemas de calefacción renovable ahorran energía

Los sistemas de calefacción renovable, como la bomba de calor y los captadores solares térmicos, son mucho más eficientes que las calderas de combustible fósil y ayudan, por lo tanto, a alcanzar el objetivo de ahorro de la DEE. Así lo defienden desde la Plataforma, que afirman que “si los cambios de sistemas de calefacción van además de la mano de la mejora del aislamiento térmico y de la ventilación de los edificios, el resultado será un ahorro considerable en la factura energética de los hogares”. Añaden, además, que dichos sistemas aprovechan la energía renovable y gratuita del ambiente.

En España, menos de dos de cada diez instalaciones de calefacción usan actualmente sistemas de energía renovable, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El resto son instalaciones de combustible fósil, o de “calor negro” (hilo radiante o radiadores eléctricos), mucho menos eficientes que la calefacción renovable. Así pues, el cambio de sistemas de calefacción supone un gran potencial de ahorro de energía, y en particular de combustibles fósiles.

Planificar la transición

El artículo 25 de la Directiva exige a los Estados una evaluación exhaustiva de la calefacción y la refrigeración como parte de sus planes nacionales integrados de energía y clima. En esta dirección, la Plataforma  publicará próximamente una Hoja de Ruta de la Calefacción, que compartirá con las administraciones correspondientes. 

Jeannette Bain, portavoz de la Plataforma, afirma que “la nueva Directiva de Eficiencia Energética (DEE) empieza a darle a la calefacción y a la refrigeración el lugar que le corresponde en el rompecabezas de la energía. Desde la Plataforma nos ponemos a disposición de las administraciones central, regionales y locales para que la visión de la Directiva se haga realidad. Pongámonos manos a la obra”.

Además, los municipios con una población superior a 45.000 habitantes estarán sujetos a planes locales obligatorios de calefacción y refrigeración, que serán elaborados por las autoridades regionales y locales, en consulta con las partes interesadas públicas y privadas pertinentes.

La Plataforma por la Descarbonización de la Calefacción y Agua Caliente valora de forma positiva estas medidas, ya que suponen una oportunidad única de planificar la transición hacia sistemas de calefacción renovable. Para explicar los procedimientos, las personas que forman parte de esta red, se ponen a disposición de las administraciones.

La Plataforma agrega que, en la transición hacia sistemas de calefacción renovables, es crucial que se dé prioridad a las familias más vulnerables y desfavorecidas, para no dejarlos atrás. Es urgente que la Administración coordine campañas de sensibilización que den a conocer a la ciudadanía las ventajas de estos sistemas, y que se facilite el acceso a las ayudas económicas autonómicas, con prioridad para las familias más vulnerables.

Por otro lado, el artículo 26 de la Directiva establece los criterios para que los sistemas urbanos de calefacción y refrigeración puedan ser considerados eficientes. Los Estados miembros pueden calcularlos de dos maneras diferentes: la primera son las proporciones de energía renovable, calor residual, calor cogenerado, calor cogenerado de alta eficiencia y combinaciones de estos, que varían en diferentes períodos de tiempo; la segunda es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (gramos/kWh) del sistema urbano de calefacción y refrigeración. ¿Qué supone? Que los Estados miembros tendrán que garantizar que, cuando se construyan o se renueven sustancialmente, los sistemas de calefacción urbana cumplan dichos criterios, soluciones que la Plataforma aplaude al considerar que “ayudarán a acelerar la transición hacia una calefacción renovable”.

Jeannette Bain concluye con la certeza de que “las soluciones de calefacción renovable están ya maduras y traerán mejoras en la competitividad y el posicionamiento de nuestras empresas; reducirán la factura energética de ciudadanía y empresas; y mejorarán la salud y la calidad de vida de las familias”. 

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ENTIDADES ADSCRITAS

AFEC, Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización

ASIT, Asociación Solar de la Industria Térmica

CNI, Confederación Nacional de Instaladores

ECODES, Fundación Ecología y Desarrollo

Ecologistas en Acción

Ecoserveis

Fundación Renovables

Green Buildings Council España

Greenpeace España

Más información:

Lucía Dalmau

Área de Comunicación de ECODES

lucia.dalmau@ecodes.org

T.: (+34) 682 621 434

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