Las emisiones secretas del comercio electrónico

RESUMEN EJECUTIVO
DHL. FedEx. Amazon. UPS. Cuando vemos estas furgonetas y motocicletas en las calles de todo el mundo, sabemos que alguien, en algún lugar, le está siendo entregado un paquete. Lo que poca gente tiene en cuenta – y a las compañías les gustaría que así siguiera – es el coste para nuestra salud, la salud de nuestras ciudades, y finalmente, la de nuestro planeta, a causa de la subida sin precedentes y en su gran mayoría sin regular, de la cultura de envíos a domicilio.
En el 2021, el comercio electrónico representó casi el 20% de las ventas al por menor mundiales. El pronóstico de crecimiento indica que hacia el 2025, las ventas en línea estarán cerca de ser una cuarta parte del total global de las ventas al por menor. Mientras las ventas en línea crecen, también lo hacen los paquetes, los repartidores y los vehículos de reparto que se necesitan para llevarlos a su destino. Y con todo esto llega la contaminación, emisiones de carbono y millones de flotas que funcionan con combustibles fósiles.
Hasta el momento, se ha conocido muy poco sobre esta parte de la cadena de comercio electrónico – el paso comúnmente conocido como “la última milla” de entrega. El termino se refiere a la última etapa en el trayecto de un paquete desde el almacén a la puerta de casa, aunque no es necesariamente un trayecto de una milla (1,609 Km).
Pero es un trayecto corto – sobre todo en comparación con el resto de la vida útil de los artículos, los cuales pueden a menudo cruzar continentes. A pesar de esto, la última milla representa alrededor de la mitad de todas las emisiones de CO2 de los vehículos de reparto. Estos pequeños trayectos que millones de furgonetas de reparto hacen cada día, están teniendo un efecto desmedido en la contaminación, la niebla tóxica, la calidad del aire y básicamente, en nuestra capacidad de lograr las cero emisiones en el futuro.
Aún se desconocen muchas cosas sobre la última milla de las empresas de mensajería. La mayoría son imprecisos reportando el alcance total de su impacto climático – así que les hemos hecho los cálculos. La metodología descrita en este informe nos permite hacer algo que nunca se ha hecho antes: estimar las emisiones de carbono de última milla de cualquier empresa de mensajería del mundo. Hemos investigado 90 a empresas de mensajería de Europa, India y Norteamérica. Ninguna de ellas revela abiertamente sus emisiones de última milla. Descubrimos que:
- Los seis peores contaminantes son: UPS, FedEx, Amazon Logistics (la división de mensajería y logística de de Amazon.com), DPD, eKart (la división de mensajería de Flipkart), y DHL eCommerce Solutions (la división de mensajería de Deutsche Post DHL Group).
- Solo las emisiones de última milla de estas empresas son de aproximadamente 4,5 megatoneladas de CO2. Eso equivale aproximadamente a las emisiones de CO2 del uso de energía de 600.000 hogares estadounidenses durante un año, o de un millón de viajes en vehículos particulares.
- Estimamos que el sector de la mensajería de última milla emite anualmente unas 500 mil toneladas de CO2 en la India, tres millones de toneladas de CO2 en Europa y cuatro millones de toneladas de CO2 en Estados Unidos.
- Los seis principales contaminantes son responsables de más de dos tercios de las emisiones totales de CO2 de todas las empresas matrices de nuestra base de datos. Además, estas seis empresas son también las principales responsables de la subcontratación de servicios de entrega a muchas de las restantes empresas de nuestro conjunto de datos.
- Europa, India y Norteamérica parecen tener perfiles similares en términos de emisiones de carbono por envío de paquete. La diferencia es que la India es actualmente un mercado de comercio electrónico muy pequeño, aunque está preparada para convertirse en uno de los mayores mercados de comercio electrónico del mundo.
- Las prácticas de entrega de última milla del comercio electrónico incluyen la subcontratación y el uso de trabajadores por proyectos con una protección social limitada y salarios mínimos.
- Varias de las empresas analizadas en este informe, como Amazon, FedEx y UPS, también han sido vinculadas por Stand.earth en una nueva investigación que muestra que están utilizando petróleo de la selva amazónica para alimentar sus flotas de reparto. En total, 39 millones de galones de diésel de la selva amazónica fueron consumidos por los servicios de entrega de paquetes en los Estados Unidos en 2020.
Nuestra investigación revela una necesidad clara y urgente de que las empresas sean más abiertas con sus datos, y que se comprometan a tener flotas con cero emisiones para 2030. Hasta que den el paso, hemos completado la información que falta en base a lo que se puede encontrar sobre el sector. Ahora se dispone de correlaciones entre el número de paquetes, los ingresos, el número de empleados y las emisiones aproximadas de CO2 que hasta ahora no se habían calculado a escala mundial.
La base de datos, los factores de conversión y las fórmulas presentadas a lo largo de este informe proporcionan la base para seguir investigando los problemas de esta industria en expansión, e iluminan el imperativo de encontrar soluciones creativas para reducir su huella de carbono.
Este estudio fue encargado por el colectivo Clean Mobility, que forma parte de la campaña Clean Cities. ECODES impulsa ambas campañas en España y participa a través de acciones e iniciativas.
Más información:
Cristian Quílez
Responsable de Proyectos | Politicas Públicas y Gobernanza Climática
cristian.quilez@ecodes.org