La contaminación de las fuentes de agua de las que se abastece el municipio de Quilalí -en Nueva Segovia, Nicaragua- es consecuencia de las actividades derivas del cultivo del café y de la extracción de oro en el río Jícaro y, aunque se han realizado importantes avances para abordar el grave problema de la calidad del agua, la situación no mejoraba. Ahora, nuevas técnicas en la gestión de las aguas mieles ha logrado mejorar la calidad de las aguas, reduciendo los indices de contaminación.
El cultivo del café, en diferentes ciclos de su producción, implica actividades que no son amigables con el medio ambiente: las aguas residuales del proceso de despulpado y lavado del café, comúnmente conocida como agua miel, se consideran como una de las mayores contaminaciones orgánicas en el sector cafetalero. El lavado de un kg de café genera una cantidad de agua y material contaminante equivalente a la producida por 6 personas en un día.
Sensibilizar a la población sobre la importancia en la protección ambiental, conservación y manejo adecuado de los recursos hídricos ha sido otro de los ejes del proyecto. Se ha capacitado a las familias en materia de educación ambiental, manejo de aguas mieles, salud comunitaria, uso y mantenimiento de unidades solares, y se han impartido talleres de formación en género con temática de agua. Además, se ha acompañado a las autoridades locales para promulgar una ordenanza municipal vinculante para acciones de protección al entorno.
Área geográfica: Comunidades Maquengales, Los Manchones, La Luz, Wana, Panalí, Caulatú y Quilalí urbano, municipio de Quilalí, Departamento de Nueva Segovia, Nicaragua
Beneficiarios directos: Todas estas acciones permitirán mejorar las condiciones de vida de 2.537 familias, lo que implica 15.576 personas (51% mujeres y 49% hombres).
Socio Local: Alcaldía Municipal de Quilalí
Financiador: Gobierno de Aragón