Un nuevo estudio de la campaña europea Clean Cities aporta pruebas para la próxima revisión de la legislación comunitaria sobre el aire limpio.

19 de octubre de 2022 -. Una nueva investigación publicada hoy por la campaña europea Clean Cities, de la que ECODES forma parte, revela el poder de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para ayudar a reducir los niveles nocivos de contaminación atmosférica. Los resultados revelan que las ZBE -zonas en las que se restringe el acceso y circulación a los vehículos más contaminantes- han demostrado que reducen las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) en aproximadamente un 20% en una amplia gama de condiciones. Sin embargo, puede ir más allá como, por ejemplo, en Londres, dónde esta cifra llegó al 44% tras la ampliación de la Zona de Ultra Bajas Emisiones (ULEZ) en 2019.

Las proyecciones de las reducciones de NO2 en Bath (-43%), Madrid [1] (-36%), Bruselas (hasta -33%) y París (-24%) confirman el fuerte potencial de las ZBE. El informe también muestra ZBE puede mejorar la calidad del aire en las áreas fuera de la zona y antes de la plena aplicación. Por su parte, el despliegue de Zonas de Cero Emisiones (ZCE), que sólo permiten caminar y montar en bicicleta, así como el uso de vehículos de emisiones cero, podría tener un efecto aún mayor. Se prevé que las ZCE de Oxford y Ámsterdam, por ejemplo, reduzcan las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) relacionadas con el tráfico en más de un 95%.

Revisión de la directiva europea sobre calidad del aire

Clean Cities encargó la investigación antes de que la UE publique las propuestas de actualización de la directiva sobre la calidad del aire ambiente (DCA). La propuesta, prevista para el 26 de octubre, establece el futuro marco jurídico para hacer frente a la peligrosa contaminación del aire. Los defensores de la calidad del aire temen que, a pesar de los beneficios obvios de ZBE, la Comisión no haya incluido el impacto de las ZBE en su evaluación de impacto oficial que muestra cómo la contaminación del aire puede ser abordado.

Las entidades que forman Clean Cities creen que esta sería una oportunidad perdida. Una investigación, publicada en julio 2022, mostró que el número de ZBE en Europa es significativo y está creciendo rápidamente. Ahora hay 320 en 15 países, lo que supone un aumento del 40% respecto a los niveles de 2019. Se espera que para 2025 haya más de 500 zonas en todo el continente europeo.

Barbara Stoll, directora de la campaña Clean Cities, afirma: "La actualización de las leyes de aire limpio de la UE es una oportunidad única para reducir de forma decisiva la contaminación atmosférica tóxica en todo el continente. Nuestras investigaciones confirman que las Zonas de Bajas Emisiones funcionan y que ya se utilizan en 320 ciudades europeas. Hacemos un llamamiento a los legisladores de la UE para que tengan en cuenta estas sólidas pruebas a la hora de fijar los nuevos límites de contaminación atmosférica. Esta es la única manera de evitar los graves efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud, así como los cientos de miles de muertes prematuras que se producen cada año."

¿Por qué necesitamos los límites de contaminación atmosférica marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)?

Clean Cities también pide a los dirigentes que incluyan en la DCA los límites recomendados por la OMS para las concentraciones de contaminantes, que son 10µg/m³ para el dióxido de nitrógeno (NO2) y 5µg/m³ para las PM2,5.

La publicación de la investigación de hoy refuerza la opinión de los miembros de la campaña de que estos límites de la OMS están al alcance de la mano si se utilizan todas las palancas disponibles, y esto incluye las zonas de bajas y cero emisiones. Por ejemplo, se espera que la ZCE de Ámsterdam reduzca los niveles de NO2 a 14,4µg/m3, cerca del nivel recomendado por la OMS de 10µg/m³.

Desde la Campaña se sostiene que, si se cumplieran los límites de la OMS, podrían evitarse unas 57.000 muertes prematuras por contaminación de NO2, y casi 110.000 muertes prematuras por PM2,5 en las ciudades europeas [2].

Beneficios más amplios de las ZBE

Las Zonas de Bajas Emisiones también ofrecen la oportunidad de abordar los aspectos de justicia social de la contaminación del aire. Varios estudios han demostrado que las personas más pobres son las que menos contaminan y, sin embargo, respiran el aire más sucio. En las ciudades, un número importante de personas no tiene coche, son los más ricos los que tienden a conducir vehículos diésel o gasolina más grandes y contaminantes. Los hogares con bajos ingresos también tienden a conducir distancias más cortas, mientras que los hogares con mayores ingresos tienen más probabilidades de poseer varios coches.

Además, los estudios han demostrado que las ZBE bien diseñadas deberían contribuir a una reducción general del tráfico, lo que se conoce como "evaporación", ya que los conductores adaptan su comportamiento, ya sea caminando, en bicicleta o no haciendo el viaje en absoluto. Un estudio que revisó 70 estudios de caso mostró que en la mitad de estos casos el 11% del tráfico simplemente desapareció [3]

Cristian Quílez, responsable de transporte y movilidad de ECODES, señala que "está más que demostrado que las Zonas de Bajas Emisiones son una buena herramienta para mejorar la calidad del aire, mitigar el cambio climático, promover cambios de hábitos, reordenar el espacio urbano e incrementar las ventas del comercio local. Los ayuntamientos españoles deberían apostar por una implementación ambiciosa y coherente, abandonando el desinterés, dejadez e intento por dilatarlas. Este estudio muestra las ventajas de estas Zonas, pero también que en Europa nos llevan la delantera con proyectos ya de Zonas de Cero Emisiones (en movilidad). Lanzamos un llamamiento a la responsabilidad de los munícipes y también por una posición del Gobierno de España favorable a la inclusión de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el proceso de adopción de la nueva directiva de calidad del aire". 

 Más información

[1] Ecologistas en Acción (2020): Balance del funcionamiento de Madrid Central.

[2] Khomenko et al. (2021). Health impact of the new WHO air quality guidelines in European cities. Link.

[3] S. Cairns et al. (2022). Disappearing traffic? The story so far. In: Proceedings of the Institution of Civil Engineers - Municipal Engineer 2002 151:1, 13-22. Link

Más información:

Helena Vizcay
Directora de Comunicación
helena.vizcay@ecodes.org

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