Un nuevo informe encargado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment) de la que forma parte ECODES, revela que la UE malgasta una superficie del tamaño de Irlanda en la producción de biocombustibles y desaprovecha grandes oportunidades para luchar contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la crisis alimentaria mundial

Un nuevo estudio encargado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment) al Instituto de Investigaciones Energéticas y Ambientales IFEUcuantifica por primera vez los enormes costes de oportunidad que supone para Europa dedicar millones de hectáreas de terreno fértil a la producción de biocombustibles. El estudio deja claro que sería más beneficioso destinar esta tierra a mitigar los efectos del cambio climático, frenar la pérdida de biodiversidad o aumentar la seguridad alimentaria mundial.

En 2009, la Unión Europea (UE) introdujo un mandato sobre biocombustibles dentro de su ley de combustibles verdes, la Directiva de Energías Renovables (RED, por sus siglas en ingés). En su momento, la propuesta parecía interesante, porque se suponía que iba a ayudar a los agricultores a producir combustibles verdes. Sin embargo, los biocombustibles han ido en detrimento de la seguridad alimentaria y de las medidas para mitigar el cambio climático.

El estudio encargado a IFEU pone de manifiesto que las tierras de cultivo destinadas a la producción de biocombustibles para su consumo en Europa ocupan 9,6 Mha de terreno, una superficie mayor que la isla de Irlanda. Esta cifra sería 5,3 Mha si se tiene en cuenta la coproducción de otros productos, principalmente piensos para la ganadería intensiva.

La distribución de los cultivos dedicados a la producción de biocombustibles en Europa no es homogénea. Los principales consumidores de estos biocombustibles son Alemania, Francia y España.

El uso de la tierras para la producción de biocombustibles implica inevitablemente la pérdida de gran parte de su función como sumidero natural de carbono, hábitat de especies en peligro de extinción o para la producción de alimentos.

Algunos de los datos impactantes de la investigación de IFEU son:

  • Los bosques y otras formas de vegetación que pueden crecer en una superficie equivalente a la se destina actualmente a los biocombustibles (5,3 Mha) serían capaces de absorber 64,7 millones de toneladas de CO 2 de la atmósfera, casi el doble de la cifra oficial de ahorro de emisiones de CO 2 que se estima que se obtiene al sustituir los combustibles fósiles por biocombustibles (32,9 Mt de CO 2 eq).
  • Si destináramos a producción solar tan siquiera el 2,5 % de las tierras dedicadas a los biocombustibles, podríamos producir la misma cantidad de energía equivalente, dejando grandes extensiones de terreno libres para su resilvestración o para la producción de alimentos.

  • El daño en términos ecológicos derivado de 5,3 millones de hectáreas de tierras de cultivo totalmente dedicadas a la producción de biocombustibles equivale a 2,1 millones de hectáreas de paisajes totalmente sellados, lo que equivaldría al 6 % de la superficie total cubierta por viviendas e infraestructuras en Europa.
  • Este cambio de función de las tierras de cultivo podría satisfacer las necesidades calóricas de 1/4 de la población de la UE y el Reino Unido (120-142 millones de personas). También sería más que suficiente para proporcionar alimentos a los 50 millones de personas de nuestro planeta que, según las Naciones Unidas, se encuentran "en situación de emergencia o niveles peores por inseguridad alimentaria aguda".

A nivel nacional, ECODES, Ecologistas en Acción y la oficina española de Transport and Environment trabajamos en detener el uso de los biocombustibles insostenibles con el apoyo de otras organizaciones y entidades.

Resumen del informe [ESP]

Informe completo [ENG]

Más información sobre la problemática del uso de los aceites de palma, soja, y otros alimentos para la elaboración de biocombustibles para transporte: 

La comida no es combustibles: Parte uno

La comida no es combustible: Parte dos

Miles de millones de euros desperdiciados para la elaboración de biocombustibles

Cómo el uso de la soja en biocombustibles alimenta la crisis climática, la inseguridad alimentaria y el colapso del Amazonas (ENG)

Más información:

Lucía Rua
Responsable de Proyectos | Project Manager
Área de Políticas Públicas y Gobernanza Climática

lucia.rua@ecodes.org 

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