Vuelos privados
27 de mayo de 2021
RESUMEN EJECUTIVO
A pesar de ser completamente desproporcionado y estar experimentando un rápido crecimiento en este momento, el impacto climático de la aviación lo provocan un grupo muy reducido de personas. Tan solo un 1% de la población es responsable del 50% de las emisiones de la aviación mundial. Este informe pone de manifiesto hasta qué punto es significativo el papel de los súper millonarios que se suben a sus aviones privados para recorrer distancias súper cortas.
Las emisiones de CO2 de los aviones privados europeos se han disparado en los últimos años, con un aumento del 31% entre 2005 y 2019, una cifra superior a la de las emisiones de la aviación comercial. La pandemia de la Covid-19 frenó temporalmente esta tendencia al alza, pero en comparación con la aviación comercial, el sector consiguió recuperarse bastante más rápido. Mientras la mayoría de los europeos se quedaban en tierra, en agosto de 2020, en plena temporada alta de viajes en aviones privados, el sector ya se había recuperado por completo.
El impacto medioambiental de los aviones privados es completamente desproporcionado. En solo una hora de vuelo, un avión privado puede emitir dos toneladas de CO2, mientras que un ciudadano medio de la UE emite 8,2 tCO2eq a lo largo de todo un año entero.
Los propietarios de aviones privados tienen un patrimonio de 1300 millones de euros de media y Francia y el Reino Unido dominan este mercado: los vuelos procedentes de cada uno de estos países (considerados por separado) emiten una cantidad de CO2 superior a la de otros 20 países europeos juntos. En 2019, una décima parte de los vuelos que salieron de Francia correspondían a aviones privados, la mitad de los cuales recorrieron menos de 500 km.
De hecho, en comparación con los vuelos de la aviación comercial, existe el doble de probabilidades de que un avión privado se utilice para un trayecto muy corto (<500 km) dentro de Europa. Estas distancias se corresponden con el rango de funcionamiento en el que los aviones son menos eficientes, lo que incrementa aún más el impacto climático de los vuelos de este tipo.
Por todo ello, el sector de los aviones privados necesita urgentemente una vía de descarbonización. Según nuestro informe, los aviones privados son entre 5 y 14 veces más contaminantes que los aviones comerciales (por pasajero), y 50 veces más contaminantes que los trenes, una brecha que aumentará a medida que los usuarios de aviones privados se decanten por aviones más grandes y más contaminantes que sus alternativas comerciales. Existen conexiones ferroviarias de alta velocidad en alrededor del 70 u 80% de las 10 rutas más utilizadas por la aviación privada.
El informe también revela que los aviones privados no están sujetos a impuestos en la mayoría de los países europeos. Además, los aviones privados están exentos del RCDE UE, el sistema europeo de fijación de precios del carbono. No existe ningún impuesto sobre el queroseno, ni siquiera para los vuelos nacionales, y Suiza es el único país europeo que ha aprobado recientemente un impuesto sobre este tipo de vuelos.
Hay dos factores que pueden impulsar el papel del sector en la descarbonización. El primero es la riqueza: el propietario medio de un avión privado tiene un patrimonio de 1300 millones de euros, lo que significa que dispone de recursos para financiar importantes tecnologías de descarbonización para el sector, como nuevos combustibles y aeronaves. Esta riqueza debería aprovecharse en este sentido, facilitando una variedad de medios posibles para que los ricos financien el despliegue de combustibles avanzados sostenibles (SAF) y nuevas aeronaves de emisiones cero.
El segundo factor es que el uso de estos aviones en trayectos cortos ofrece una ventaja importante, puesto que los vuelos cortos son ideales para los aviones de cero emisiones. En un primer momento, los aviones propulsados con hidrógeno verde o electricidad solo podrán llevar un número reducido de pasajeros en distancias cortas, lo cual se ajusta perfectamente a las características de los aviones privados. Puede que las aeronaves de cero emisiones acaben llegando a la aviación comercial en una segunda fase, pero como primer paso, su uso debería ser obligatorio en el sector de los aviones privados.
El uso de aviones privados está siendo objeto de críticas cada vez más duras, perfectamente justificadas, tal y como se confirma en este informe. De hecho, el futuro del sector en Europa y a nivel global dependerá de su capacidad para afrontar el desafío que plantean dichas críticas.
Recomendaciones:
- Para 2030, los únicos aviones que deberían estar autorizados para operar en vuelos de menos de 1000 km dentro de Europa deberían ser aviones alimentados con hidrógeno verde o electricidad.
Además, se debería obligar a las principales compañías de aviones privados a firmar contratos con proveedores de queroseno sintético para todos los vuelos.
- Hasta su prohibición en 2030, debería imponerse una combinación de impuestos sobre los billetes de avión y sobre el combustible a los aviones privados que utilizan combustibles fósiles, en función de la distancia de vuelo y el peso de la aeronave, de manera que respondan por su desproporcionado impacto climático. Sugerimos imponer un impuesto sobre los billetes a todos los vuelos privados que salgan de Europa, con tasas similares a las aplicadas por Suiza, es decir, al menos 3000 euros. Esto permitiría recaudar varios cientos de millones de euros, que deberían destinarse a financiar el desarrollo de las nuevas tecnologías de la aviación.
- A la espera de que se desarrollen estas nuevas tecnologías, las empresas y los particulares deberían comprometerse a reducir sustancialmente el uso de los aviones privados.
Más información:
ECODES es miembro de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment)
Cristian Quílez
Policy Officer / Área de Políticas Públicas y Gobernanza
cristian.quilez@ecodes.org