La venta de biocombustibles aumenta un 37,6% con gran dependencia en la importación
El mercado de los biocombustibles está creciendo en repercusión e inversión en España. Así lo refleja el informe presentado hoy por ECODES. El HVO, el más usado en transporte por carretera, cuadruplicó sus ventas de 2022 a 2023, y en el mismo periodo el HEFA, el único apto para la aviación, creció de 64 a 25.221 m3 de producción. Grandes petroleras como Repsol y Cepsa están apostando por esta alternativa a los combustibles fósiles, que en muchos sitios denominan como combustibles 100% renovables. Aunque es verdad que los biocombustibles son una herramienta útil para la transición energética de algunos sectores, su impacto ambiental depende de la materia prima de la que estén hechos y, sobre todo, de dónde se utilicen, teniendo en cuenta su escasez. Además, siguen teniendo un impacto negativo en la salud de la combustión que no se elimina.
La mayoría de la inversión actual se está enfocando en los que provienen de residuos. La clave de la sostenibilidad de los biocombustibles está, en gran medida, en cómo se obtienen las materias primas y de dónde proceden. 745.061,23 m3 o el 28,5% de las materias primas de los biocombustibles analizados producidos en España en 2023 procedían de cultivos, por lo que pueden producir más emisiones que los combustibles fósiles y desestabilizar los mercados alimentarios, provocando inseguridad alimentaria. El resto procedía de aceite de cocina usado y otros tipos de residuos, que tienen problemas de fraude y transparencia. Algunas materias primas se usan en otras industrias y pueden conllevar problemas de competencia.
Tampoco la independencia energética parece ser un gran argumento a favor de ellos. Las materias primas, en su mayoría, son de fuera de España con un 75% de las del biodiésel y un 86,36% de las del HVO provenientes de solo China, Indonesia y Malasia. El 55,4% de las materias primas del bioetanol vienen de Ucrania, Brasil y Rumanía. Además, el porcentaje de bioetanol y HVO producido en España descendió de 2022 a 2023, mientras el porcentaje de HVO chino incrementó de 8 a 13%.
La mayor parte de los biocombustibles se utilizan actualmente en el transporte por carretera y sólo un 0,00002% en la aviación. Repsol y Cepsa, así como BP, tienen o están construyendo varias fábricas en España con grandes perspectivas para la producción de biocombustibles, centradas principalmente en biocombustibles procedentes de residuos. También hay proyectos de menor escala y basados en residuos locales que pueden tener un impacto interesante a nivel social, y que no suponen un gran riesgo ambiental. Planean producir diferentes tipos de biocombustibles, también grandes cantidades de combustible sostenible para aviación (SAF), en una estrategia de sustitución del petróleo dada la reducción estimada de su demanda.
Imagen de la presentación del informe en Madrid
El objetivo de descarbonización implica que la quema de combustibles fósiles debe reducirse al mínimo. Según CORES, en España se consumieron 57.045.623 toneladas de combustibles fósiles en 2023. Pero los mayores proyectos en España, analizados en este informe, estiman unas 3.850.000 toneladas anuales de producción de biocombustibles, dejando una enorme brecha entre la oferta y la demanda de combustible y mostrando la clara necesidad de reducir la demanda. Además, hay grandes dudas sobre la disponibilidad de materias primas suficientes para la producción de los biocombustibles ya planificados, por la competencia con otras industrias y la propia producción de esos residuos.
La electrificación es la alternativa más eficiente a los combustibles fósiles, pero algunos sectores son muy difíciles de electrificar, como la aviación y el transporte marítimo. Es en este contexto donde los nuevos combustibles aparecen como una solución, pero su desarrollo debe hacerse con cuidado, considerando todas las alternativas y sus consecuencias medioambientales.
Este informe da luz a los temas clave del desarrollo de los biocombustibles actualmente en España, analizando su capacidad de producción y nuevos proyectos y enfrentándolos con su realidad en torno a la independencia energética, la salud y el impacto ambiental. Los biocombustibles van a convertirse en una pieza relevante de la descarbonización del transporte, pero sólo deben formar parte de una estrategia más compleja que apueste por combustibles más limpios, como los e-fuels, y alternativas más eficientes como la electrificación.
Más información:
Lola Berna. Técnica de Proyectos en Políticas Públicas | ECODES lola.berna@ecodes.org
Lucía Dalmau. Área de comunicación de ECODES lucia.dalmau@ecodes.org