La tercera fase del proyecto se centró en difundir las buenas prácticas entre los grandes sectores consumidores de agua. Para ello se editaron Guías de Bolsillo de Buenas Prácticas para peluquerías, auto-lavados, oficinas, restaurantes, bares y cafeterías, centros educativos, hoteles, industrias, centros deportivos, superficies comerciales y residenciasy se distribuyeron a más de 10.000 usuarios.

En estas guías se ofrece información de las Buenas Prácticas que se identificaron en la fase anterior del proyecto en dicho sector, así como el contacto directo de esas instituciones o empresas. Se completa con información general de hábitos y tecnologías para el uso más eficiente del agua en el sector. Además se formalizan los acuerdos con las asociaciones profesionales existentes en el sector para que colaboren en la distribución de las guías entre sus miembros.

Estos folletos pretenden llevar la experiencia de cada una de las buenas prácticas identificadas en el proyecto al mismo tipo de consumidores, por ejemplo, llevar la experiencia de una superficie comercial al resto de las superficies comerciales de la ciudad. De esta forma, se persigue fomentar la imitación de las buenas prácticas ya existentes y la generalización del uso eficiente del agua. El hecho de involucrar a las asociaciones profesionales vinculadas a los diversos sectores tiene el objetivo de que el mensaje llegue a los distintos sectores profesionales desde un medio que les resulta más familiar y próximo y, al que identifica como parte de su actividad profesional.

Además en la tercera fase también se realizaron actividades concretas para fomentar el buen uso público del agua como por ejemplo, un curso de formación en el uso eficiente del agua de los responsables de la gestión y mantenimiento de los edificios públicos socios del proyecto, o a la población en general, como fue una campaña de sensibilización sobre el uso eficiente y tecnologías ahorradoras de agua en un centro comercial de la ciudad. En esta campaña se ofrecieron dispositivos ahorradores de agua para el lavabo (aireadores-perlizadores) a un precio subvencionado y se regaló un medidor con el objeto de comprobar el ahorro conseguido respecto al filtro tradicional a aquellos que compraban el filtro y se ofrecía la posibilidad de recibir gratuitamente más información en el domicilio sobre otras opciones de ahorro, por medio de las Guías prácticas del Uso Eficiente del agua en el hogar, elaboradas en la fase anterior del proyecto. 

Esta tercera fase fue financiada por el Ayuntamiento de Zaragoza, el Instituto Aragonés del Agua del Gobierno de Aragón, ACESA e Ibercaja. 

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