La Cumbre de Glasgow ha supuesto una reunión única para un reto único, y se ha presentado como la "última oportunidad para el planeta"

El transporte marítimo arroja a la atmósfera más de mil millones de toneladas de CO2 cada año, lo que supone el 2,9% de todas las emisiones de origen humano. En un escenario sin cambios, esta cifra podría duplicarse en 2050.

Ante esta situación de urgencia, la última COP26 ha marcado un momento histórico, ya que el sector marítimo internacional se reunió para debatir su futuro. El objetivo de la conferencia era abordar cuestiones estratégicas clave en la rápida evolución de la descarbonización del transporte marítimo y mostrar sus esfuerzos por ofrecer un futuro sostenible y equitativo al sector.

Hasta ahora, la Organización Marítima Internacional (OMI) se ha propuesto reducir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero de la flota mundial para 2050 en comparación con los niveles de 2008. Sin embargo, existe una creciente presión industrial y política para elevar el objetivo del 50% al 100%, y, de hecho, 14 países han firmado un acuerdo para reducir las emisiones a cero en 2050. Se trata de un compromiso admirable y extremadamente desafiante.

Como un gran paso en la dirección correcta, 22 países (entre ellos España) se han sumado al primer marco para crear corredores marítimos con cero emisiones, que abarcan tanto la infraestructura portuaria como los buques propulsados por combustibles de cero emisiones. Una iniciativa celebrada por las ONG, quienes sin embargo no dejan de ser críticas ante la falta de ambición de las Partes en la COP26 sobre las emisiones del transporte marítimo.

Por otro lado, el Foro de Países Vulnerables al Clima (CVF por sus siglas en inglés), ha emitido una declaración en la que solicitan que se refuerce el acuerdo de la COP26 para ayudar a los más vulnerables, especialmente con financiación para adoptar energías limpias y hacer frente a los impactos del cambio climático. En esta declaración se resalta la importancia de la reducción de las emisiones procedentes del transporte marítimo y en la necesidad de ayuda para que no se quede nadie atrás.

El Ártico y su problemática ante el calentamiento global también estuvo presente en esta cumbre. Mientras el viernes 5 de noviembre se celebraba el evento de la Clean Arctic Alliance “Reducir las emisiones de carbono negro de los barcos para proteger el Ártico” (que puedes visionar más abajo), el domingo 7 de noviembre fue una jornada de reivindicación de los inuits, tras la cual el Consejo Circumpolar Inuit (CCI) se convirtió en la primera organización indígena en obtener el estatus consultivo provisional de la Organización Marítima Internacional (OMI).

Otro de los temas centrales de los debates de la COP26 ha sido el futuro del Gas Natural Licuado (GNL) y su papel en la descarbonización del sector marítimo. Por un lado, se ha destacado como el mejor punto de partida para hacer algo a corto plazo, mientras el sector espera un marco normativo más estable que lo encamine hacia la adopción de nuevos combustibles sin carbono en el futuro.

Sin embargo, por otro lado, ya que el uso del GNL produce el metano, el uso continuado no se ajusta a la reciente promesa anunciada por Joe Biden de limitar las emisiones globales de metano en un 30% respecto a los niveles de 2020 para finales de la década. Este compromiso está respaldado por una alianza de 90 países, y se cree que ha sido uno de los mayores anuncios de la COP26.

Existen otros combustibles que podrían sustituir al GNL (por ejemplo, el metanol y el amoníaco), pero la Agencia Internacional de la Energía señala que ninguna de estas opciones está lo suficientemente desarrollada para su uso global, y afirma que para lograr el reto del cero neto es necesario que los gobiernos inviertan una enorme cantidad de dinero en la investigación y el desarrollo de estos combustibles alternativos.

A pesar de las muchas complicaciones, la colaboración es nuestro verdadero "combustible del futuro". Así pues, esperamos un nuevo nivel de ambición después de la COP26. El mundo lo exige.

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