Tal como señala la carta: “Estos enfoques de contabilización de emisiones inducen a error, socavan la credibilidad de las afirmaciones y ponen en peligro los incentivos para la descarbonización real del acero”.

Las industrias del acero y el cemento enfrentan una etapa decisiva. La presión por transformar su modelo productivo para alinearse con los objetivos climáticos se topa con obstáculos económicos y técnicos en sectores profundamente dependientes de los combustibles fósiles. Esta transición —compleja pero urgente— no puede apoyarse en atajos que comprometan la integridad del proceso de descarbonización.

En este contexto, nos preocupa que algunas propuestas actualmente en debate —como los esquemas de “mass balance” impulsados por actores como la Federación del Hierro y Acero de Japón (JISF) y Nippon Steel— permitan etiquetar productos individuales como “bajos en emisiones” sin que exista una trazabilidad física real entre las reducciones de emisiones y el producto final.

Este tipo de prácticas puede llevar a que acero producido con carbón y sin cambios significativos en sus procesos se etiquete como "verde", mientras que empresas que sí invierten en tecnologías transformadoras como el hidrógeno verde compiten en desventaja. ¿El resultado? Un mercado distorsionado y consumidores desinformados.

Desde ECODES defendemos un mercado justo que premie a quienes están haciendo el esfuerzo real de transformación. Apostamos por metodologías rigurosas, transparentes, trazables y verificables de forma independiente. Solo así podremos garantizar que los incentivos se dirijan a quienes lideran la transición, no a quienes intentan evitarla.

Apoyamos la innovación industrial, pero no bajo cualquier condición. Lo que está en juego no es solo la competitividad del acero europeo, sino la credibilidad misma de la transición ecológica global.

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