El hidrógeno ha generado una enorme expectación en los últimos tiempos. Si se utiliza bien, el hidrógeno verde representa una oportunidad para alcanzar los objetivos climáticos y acelerar la transición energética en España.
No obstante, no se puede obviar que estamos ante un recurso escaso y cuya producción tiene un elevado coste económico y energético. No en vano, al hidrógeno se le ha llamado el champán de la transición energética. Por ello, es necesario emplearlo de manera inteligente. Hidrógeno verde, sí. Pero no en cualquier contexto, ni para todos los usos.
Algunos actores ven el hidrógeno como la panacea a los desafíos energéticos, y lo promueven como una solución viable para todos los sectores. Dichos actores obvian sus limitaciones, y emplean argumentos que no siempre son válidos y certeros.
Bajo este enfoque nace esta iniciativa con la que queremos desmentir 10 mitos en torno al hidrógeno, y en concreto con respecto a su hipotético uso para la calefacción de nuestros hogares. Nuestra intención es contribuir a que el cambio energético que necesita el país se realice sobre unas bases sólidas.
Para ello, a lo largo de 10 semanas iremos desvelando la realidad que se esconde tras creencias muy extendidas. Comenzamos con el mito 1: "el hidrógeno es una energía limpia". ¿Quieres descubrir qué esconde esta afirmación? Sigue leyendo…