La WBA publica su Benchamark de Transformación Social
World Benchmarking Alliance (WBA) –entidad internacional que evalúa el desempeño de las principales empresas de todo el mundo en relación a la consecución de los ODS– ha hecho pública su primer Benchmark de Transformación Social. En él, se proporciona información sobre cómo 1.000 de las compañías globales más influyentes se desempeñan en determinados aspectos relacionados con el trabajo digno, los derechos humanos o el comportamiento ético.
En ECODES formamos parte de la red de aliados de WBA, y colaboramos con la entidad a través del análisis de empresas para su estándar de referencia en derechos humanos (Corporate Human Rights Benchmark). En esta ocasión, hemos contribuido al desarrollo de este nuevo estándar a través de la participación activa y directa en las consultas, así como indirectamente a través de nuestro trabajo de análisis de empresas para el Corporate Human Rights Benchmark (CHRB), que es una de las piedras angulares sobre las que se ha creado este Benchmark de Transformación Social.
Los datos arrojados en este informe indican que, aunque el respeto a los derechos humanos o el comportamiento ético deberían estar hoy en día garantizados, la realidad es diferente. De hecho, los resultados principales que ha extraído WBA de esta primera evaluación son los siguientes:
Línea de base social: unos cimientos débiles de conducta responsable hacen difícil una mejor reconstrucción. Cumplir con los indicadores sociales clave en derechos humanos, trabajo decente y conducta ética sugeriría que una empresa tiene unos cimientos sólidos sobre los que construir un impacto positivo y unos resultados sostenibles. Sin embargo, sólo un 1% de las empresas está cumpliendo con la mayoría de estas expectativas fundamentales y adquiere una nota por encima de 15 puntos (sobre un máximo de 20).
Derechos humanos: ha pasado el tiempo de los enfoques voluntarios, se necesitan medidas obligatorias. La debida diligencia en derechos humanos es el eje fundamental de un buen enfoque para gestionar los riesgos de derechos humanos. Más de tres cuartas partes de las empresas analizadas ha obtenido 0 puntos en los 3 indicadores sobre debida diligencia.
Trabajo decente: los salarios son una prioridad para abordar la desigualdad social. WBA considera que el salario digno es un aspecto fundamental del trabajo decente, como habilitador para múltiples ODS y un ámbito fundamental para las empresas que quieren atajar el riesgo sistémico de desigualdad social. Tan sólo un 4% de las empresas tienen objetivos o han declarado que ya pagan un salario decente a sus trabajadores. Sólo un 4% de las empresas limita las horas de trabajo, y tan sólo un 4% demostraron entender las desigualdades en salario al publicar brechas salariales por categoría de empleados.
Conducta ética: la influencia de las grandes corporaciones con escasa rendición de cuentas está erosionando la confianza de los grupos de interés. Las multinacionales cada vez tienen una influencia mayor en las estructuras y funcionamiento de economías nacionales y el comercio internacional. Para equilibrar esta influencia, estas empresas necesitan ser responsables de sus acciones. En este sentido, la transparencia es crucial. Sólo un 20% de las empresas publica su enfoque a alto nivel en cuestiones de lobbying, y sólo un 8% informa de lo que gasta en acciones de lobbying e influenciando en la legislación. El 75 % de las empresas no da a conocer su estrategia fiscal, y sólo el 9% informa de los impuestos pagados en cada jurisdicción en la que tienen residencia fiscal.
Brecha informativa: la responsabilidad descansa sobre la publicación de información fiable y consistente, pero muchas empresas todavía no dicen nada significativo. La primera evaluación realizada, y que sirve de base para medir la transformación social se nutre de la información públicamente disponible y del diálogo con las empresas. La evaluación refleja lo que las empresas dicen acerca de lo que hacen. La puntuación más habitual de la muestra es de 0 puntos sobre 20, donde 116 empresas de las 1.000 evaluadas no cumplen con ningún requisito de ninguno de los 18 indicadores.
Para elaborar este análisis, la WBA establece una serie de expectativas que todas las grandes empresas deberían cumplir si aspiran a abordar los riesgos sistémicos de desigualdad social, y ser parte de una transformación que no deje a nadie atrás. La metodología, los estudios y los resultados están disponibles de forma pública y gratuita, con la ambición de servir de mecanismo de rendición de cuentas acerca de cómo el sector privado se está desempeñando en estas áreas. Esta información sirve, además, de hoja de ruta para las empresas, y proporciona información transparente a los distintos grupos de interés, incluyendo la sociedad civil.