La entidad lleva a cabo proyectos de saneamiento básico y educación sanitaria en cuatro niveles: vecinal, municipal, departamental e internacional

Llevar a cabo procesos inclusivos e implicar al compañero en su desarrollo es importante en prácticamente cualquier acción que se lleve a cabo en la vida. Pero cuando hablamos de cooperación para el desarrollo, es algo fundamental. Irma Díaz, de SABES, lo sabe muy bien. La organización a la que pertenece lleva más de 20 años desarrollando proyectos hídricos de saneamiento básico, educación sanitaria y energías alternativas en El Salvador. “Una labor para la que hay que combinar las necesidades locales con las exigencias internacionales”, explica. 

Esta aproximación ha permitido que la entidad desarrolle proyectos estableciendo alianzas que van más allá de la firma de un convenio en cuatro niveles:

Alianzas vecinales – “En el área metropolitana de San Salvador, la comunidad se organizó para llevar a cabo un proyecto de saneamiento y desarrollo de infraestructuras partiendo de la construcción de unos pozos financiada por el Gobierno Vasco”, cuenta añadiendo que desde SABES se ha desarrollado una labor de acompañamiento. “Pronto se dotó a la iniciativa de un enfoque social y ambiental, y hoy cuentan con escuelas, programas de arborización, viveros… Además, han ideado un sistema de pagos en el que la asociación de mujeres de la zona se encarga de la cobranza, construyendo así nuevas redes”, prosigue Irma. “Es un ejemplo formidable de organización vecinal, que ha impactado directamente sobre más de 3000 familias y que incluso ha logrado tener una fuerte influencia en el ámbito legislativo”, añade.

Alianzas con municipalidades – Uno de los entornos en los que SABES cuenta un mayor recorrido es en las acciones desarrolladas de la mano de las alcaldías. “Aquí, es fundamental implicar a las municipalidades en el desarrollo de cada proyecto y visibilizar los compromisos cumplidos”. El principal obstáculo en este nivel: los cambios de gobierno. “Si a mitad de proyecto entra un nuevo cargo, puede que se ponga en entredicho. Pero la no confrontación y la búsqueda del bien común suelen ser garantía de éxito”, matiza Irma.
Alianzas interdepartamentales – Las Juntas Comunitarias de Agua son el principal organismo de acción departamental. “Mantenemos un trato directo con ellas y tratamos de fortalecer este tipo de uniones. Su trabajo repercute de forma directa sobre la comunidad, es medible a través del aumento de los índices de salud y son iniciativas replicables en otras áreas”, cuenta.
Alianzas internacionales - Uno de los ejemplos más claros de alianza en los que SABES participa en este nivel es el programa triangular de cooperación interinstitucional entre entidades del País Vasco, El Salvador y Costa Rica. Por un lado, se busca contribuir a garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento de la población de los municipios de Anamorós y Yucuaiquín en El Salvador; por otro, se plantea fortalecer las capacidades de gestión y mejora de la cobertura de los servicios de agua y saneamiento en Costa Rica y El Salvador. Para ello, personal técnico y funcionariado de las tres regiones se reúnen de forma constante para promover la gestión del conocimiento y el fortalecimiento de capacidades técnicas en la gestión operativa de las plantas de tratamientos de agua.

El establecimiento de nexos en estos cuatro niveles ha permitido que SABES haya desarrollado a lo largo de su trayectoria proyectos que han generado un impacto directo sobre la vida de miles de personas. ¿Cuál es la clave del éxito? Irma no lo duda: “Generar un clima de confianza, aunque no siempre se esté en la misma línea. La tolerancia es la base”, concluye.

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