Intentamos traer las voces menos oídas de para cruzar saberes y soluciones sobre rehabilitación de viviendas con responsables políticos

La descarbonización del parque de edificios en España es uno de los retos fundamentales a los que nos enfrentamos para cumplir nuestros compromisos de reducción de emisiones en la lucha contra el cambio climático. Por otro lado, la rehabilitación energética de las viviendas es una de las palancas clave en la lucha contra la pobreza energética. Desde 2013, el programa de ECODES Ni un hogar sin energía de acción contra la pobreza energética ha ayudado a más de 10.000 familias vulnerables a reducir sus facturas de energía y mejorar el confort de sus viviendas con: optimización de contratos, cambio de hábitos de consumos, medidas de micro-eficiencia energética y rehabilitaciones de bajo coste.

En este línea, el pasado 15 de julio organizamos, con el apoyo de Inteligencia Colectiva, un encuentro para el diálogo y co-creación de soluciones y mecanismo de rehabilitación de viviendas entre dos grupos de personas que no suelen tener la oportunidad de comunicarse: por un lado, los profesionales de las administraciones públicas y entidades que están dirigiendo y desarrollando las políticas, estrategias y planes de rehabilitación de viviendas en nuestro país y acción contra la pobreza energética y, por otro, aquellos que más lo necesitan y que viven en edificios más ineficientes, las personas en situación de vulnerabilidad energética.

El encuentro reunió a personas en situación de vulnerabilidad, directores y técnicos de la administración pública encargados de la rehabilitación energética y trabajadores sociales. El objetivo del diálogo entre quienes padecen la situación y los que están trabajando para solucionarlo era aportar nuevos enfoques y cruzar saberes.

La sesión comenzó con una breve contextualización de la situación actual en relación a las ayudas de rehabilitación.

Testimonios iniciales de las familias en situación de vulnerabilidad

Los participantes presentaron sus situaciones, arrojando diversos puntos en torno a los que centrar la conversación.

Situación de partida respecto a la rehabilitación

  • Pisos antiguos con carencias en aislamiento - La antigüedad de las viviendas, su falta de mantenimiento y sobre todo condiciones constructivas de partida, generan serios problemas de aislamiento en las carpinterías (puertas y ventanas). Esto se traduce en una notable pérdida de confort en la vivienda.
    • Vivo en un piso que tiene sesenta años, tengo carencias, no cierran las puertas, las ventanas o las persianas.
  • Beneficios económicos de un buen aislamiento - Las personas que han vivido en viviendas con diferentes niveles de aislamiento constatan la gran reducción de consumo energético y la mejora del confort en los pisos con rehabilitaciones recientes (ventanas principalmente).
    • Pensaba que sabía lo que era pasar frío, pero no tenía ni idea hasta que vine a vivir a esta vivienda.
  • Las rehabilitaciones a nivel de edifico conllevan grandes gastos - En los edificios en los que se acometen rehabilitaciones integrales (aislamiento, ascensor, etc.) se mejora la calidad de vida (o se espera hacerlo), pero se generan unas derramas muy importantes que las familias en situación de vulnerabilidad no pueden pagar.
    • El edificio tiene al menos 60 años, y ahora van a empezar a llegar derramas con los temas del ascensor, del tejado... A ver cómo lo voy solventando. Ahora cualquier extra es impensable, voy viviendo al día.
  • Construcciones poco eficientes - Gran parte de las viviendas a las que se pueden acceder a unos precios asumibles, están mal diseñadas desde el punto de vista del uso eficiente de la energía (ausencia de persianas, aislamientos muy sencillos, espacios que no se pueden segmentar por falta de puertas, etc.), lo que conlleva un mayor consumo energético.
    • En verano, nos mantenemos a oscuras, como una cueva, durante el día, pasando aun así un calor horroroso. Y por las noches de invierno, el frío, porque claro, te pones la calefacción y estas temblando de miedo por la factura.
  • Rehabilitaciones pensadas desde el punto de vista del arrendador - En las rehabilitaciones de viviendas para alquilar se sigue el criterio de reducir el coste de la obra y por ello se suelen cometer graves errores como, por ejemplo, instalar sistemas ineficientes o no colocar persianas.
    • Parece que rehabilitaron mi vivienda hace 10 años, nada más entrar tiene dos ventanales enormes a los que no les pusieron persianas y dan a un patio. El resto de la casa, salvo dos tabiques, dan al exterior. Las paredes no deben de tener mucho aislante, porque no hay mucha diferencia entre la temperatura exterior e interior.

Consumo energético de las viviendas

  • Alto consumo de calefacción - Para tratar de mantener un confort mínimo es necesario emplear la calefacción durante gran parte del día y a tener potencia alta en el caso de ser eléctrica De esta forma, se están pagando unas facturas elevadas de calefacción para seguir pasando frío en casa.
    • O tiemblas de miedo o tiemblas de frío.
  • Eficacia de las buenas prácticas - El bajo nivel de aislamiento hace que en verano las viviendas sean muy calurosas. El alto coste de la electricidad hace inviable el aire acondicionado, pero se constata que las buenas prácticas de ventilación y cierre de persianas son eficaces (aunque no suficientes para conseguir el confort térmico).
    • En invierno paso mucho frío, porque, aunque tengo calefacción, si la pongo muy alta, se me va de las manos. Y en verano, lo mismo, con el precio de la luz, yo ni uso ventiladores, porque no puedo. Intento ventilar la casa a primera hora, con las persianas bajadas.
  • Mayor consumo energético en hogares con menores - La presencia de menores en un hogar incrementa la necesidad de calentar la casa y se dedica más recursos económicos en este sentido. Todas las personas necesitan una casa caliente, pero cuando hay menores, es una prioridad.
    • Tu hija de dice "mamá, pon la calefacción", pero no podemos por las facturas, pero ellos de eso no entienden, te da pena, pero tenemos que pasarlo todos.
  • Dificultad para controlar el consumo eléctrico - Al no conocer el consumo real en cada momento, el uso de la calefacción se realiza de forma intuitiva. Generalmente se suele emplear con precaución y se pone menos de lo que quizá se podría haber hecho porque no se quiere pasar el límite en el que no se pueda asumir la factura.
    • Como desconoces la sorpresa que te va a dar la factura al final del mes, evitas encender nada. Destinaría una cantidad económica a calentarme los días más heladores, pero como desconoces la cantidad que va a aparecer en el pago, cuando te venga, pues no enciendes la calefacción.
  • Prioridad de los recibos en la economía familiar - Las familias anteponen el pago de los recibos energéticos a la compra de alimentos o bienes de primera necesidad. Primero se pagan los recibos y, con el dinero que sobra, se afrontan los gastos de alimentación.
    • Para mí, antes que comprar la comida, están los recibos, de la luz, del gas... Al final pienso, trabajo para pagar recibos.
  • Elevado precio del gas - El coste de encender la calefacción es muy elevado y en la mayoría de los casos se enciende solo una o dos horas al día. Como alternativa, se suelen emplear estufas de butano en habitaciones localizadas.
    • En invierno, con el precio que le han puesto al gas, eso sí que hunde la vida de cualquiera, o al menos la mía.

Expectativas reales de rehabilitación

  • Bajos ingresos (y a veces discontinuos) que no permiten plantearse la rehabilitación - Con pensiones de 600 euros o ingresos de trabajos discontinuos no es posible pensar en rehabilitar una vivienda. Simplemente se pueden realizar pequeñas intervenciones (burletes, aislamientos sencillos, etc.) que solucionen problemas puntuales de cerramientos en puertas o ventanas. Cuando se lucha para llegar a finales de mes, la rehabilitación es más un sueño que una expectativa real.
    • Me gustaría poder rehabilitarla, rehabilitarla no es la palabra, me gustaría poder arreglar alguna cosa, pero vamos, mi economía no llega más que para llegar a fin de mes escasamente.

Aprendizajes y cuestiones a tener en cuenta en el futuro

  • Necesidad imperiosa de mantener una temperatura que permita desarrollar una vida normal - La mala climatización de las viviendas y el frío o calor mantenido durante días genera serios problemas de salud e impide el desarrollo de una vida normal. En una vivienda sin calefacción en Zaragoza se pueden mantener temperaturas que no superan los 14 grados en todo el día en invierno o que estén por encima de los 30 grados en verano y esto afecta a la capacidad de poder llevar una vida normal, buscar empleo etc. Además, condiciona de forma especia el desarrollo de los niños y el seguimiento de sus estudios.
    • El frío no te deja pensar y tu cometido desde el inicio del día es no pasar frío en casa porque terminas enfermando o teniendo lesiones en los dedos.
  • La rehabilitación es una gran alternativa - En todos los casos se coincide en que la rehabilitación (total o parcial) es una gran opción para reducir la factura energética y mejorar las condiciones de vida.
    • El piso en el que estamos ahora, la verdad es que está bien. Llevo en este piso desde 2017, y se nota mejora respecto a otros pisos en los que he vivido anteriormente, el frío se colaba por todos lados.
  • Solo se rehabilita en viviendas en propiedad - Las viviendas en alquiler no se suelen rehabilitar porque no generan un beneficio en el propietario (salvo que se incremente la renta de alquiler). Las viviendas en propiedad se rehabilitan siempre y cuando el propietarios tenga recursos económicos y en las personas en situaciones de vulnerabilidad no es el caso.
  • Oferta concentrada y poco responsable - Existen grandes propietarios que se han especializado en la oferta de viviendas destinadas a personas con bajos recursos. Estas personas o empresas disponen de bloques enteros y, en muchas ocasiones, no ofrecen viviendas dignas.
    • No he estudiado mucho la rehabilitación de la vivienda, porque sus propietarias, que son también propietarias de toda esta comunidad y otra que hay al lado de mi edificio, son personas que no están dispuestas a contribuir a la dignidad de las personas que vivimos en ellas. Pudiendo hacerlo. Creo que no se trata solo de subvencionar, sino también de obligar a los propietarios a tener unas viviendas dignas.
  • Información desigual - En algunos casos se constata que existe desinformación respecto a consumos energéticos (se afirma que el gasto energético de un ventilador es muy elevado o se dispone de contratos de suministro en mercado libre, por ejemplo). Sin embargo, también se aprecian otros testimonios en los que se dispone de un alto conocimiento de medidas de ahorro y aislamiento en el hogar.
    • No puedo poner el gas, lo pongo una hora, u hora y media, y luego lo quito. Y hago cosas para ahorrar, por ejemplo, en invierno, forro cartones con papel de aluminio y los pongo detrás de los radiadores, para que reflejen el calor en esa hora y pico.

Trabajo por grupos para buscar acciones concretas

Una vez recogidos los puntos claves de estas experiencias, nos dividimos en grupos más reducidos para poder definir los elementos concretos que pueden fomentar la rehabilitación de forma real y recoger también aquellas cuestiones que supondrían un freno para la misma.

A través de estos grupos reducidos, se llegó a una batería de medidas para salvar muchas de las barreras detectadas.

Información y sensibilización

Falta de conocimiento sobre los beneficios reales de la rehabilitación energética.

  • Informar y concienciar a través de testimonios de personas que han rehabilitado su vivienda para poder llegar de una forma más clara y directa.
  • Campañas para poder mostrar in situ los resultados de una rehabilitación.
  • La obra de rehabilitación debe de ir acompañada de campañas informativas sobre el buen uso energético de la vivienda con el fin de maximizar los beneficios de la reforma. No sólo se debe de invertir en materiales y mano de obra, también es necesario financiar programas de información y sensibilización a la población para que conozcan hábitos de eficiencia energética y cómo usar de forma adecuada su vivienda.
  • Complemento con información técnica a nivel práctico para mejorar la eficiencia de forma sencilla: medidas tácticas (acciones cotidianas o de bajo coste que pueden mejorar el confort y reducir la factura).

Las personas usuarias no son conscientes del consumo energético real de sus viviendas.

  • Impulso de la monitorización del consumo para que las personas que viven en la vivienda tengan información en tiempo real del gasto realizado y puedan ser conscientes del efecto positivo de sus acciones o, incluso, realizar una estimación de la factura esperada y planificar el uso de la energía y la economía doméstica.

En las familias vulnerables, la rehabilitación ayuda a mejorar el confort, pero no se traduce en una gran mejora económica porque el consumo energético suele ser muy bajo. En ocasiones esto interpreta como que el impacto positivo de la intervención es bajo, sin embargo, se mejoran los parámetros de temperatura y confort.

  • Instalación de monitores de condiciones ambientales de la vivienda (temperatura y humedad) para ser conscientes y ver el impacto posterior de la rehabilitación

Existen ayudas a la rehabilitación que quedan desiertas porque la información aparece publicada en un boletín oficial y no llega a las familias.

  • Información sobre ayudas disponibles, tanto para las viviendas particulares, como a nivel de comunidad

En algunas ocasiones, cuando se vive en régimen de alquiler, las viviendas no se sienten como propias y existe cierto desarraigo, por lo que no se encuentra motivación para acometer una rehabilitación.

  • Aportar herramientas técnicas y materiales para que los propios usuarios puedan mejorar su vivienda de forma sencilla (autoconstrucción). Incrementa el sentido de pertenencia y el cuidado de las viviendas. Existen experiencias positivas en Andalucía en las que se aporta pintura antihumedad y utensilios para que los propios usuarios pinten su casa.

La mala calidad de las viviendas es solo la punta del iceberg y va acompañada de unas problemáticas sociales importantes.

  • Aprovechar las sinergias de las acciones de rehabilitación y buscar apoyos de la comunidad, haciendo barrio y tejiendo redes para fomentar la colaboración entre vecinos

Economía

Si la rehabilitación afecta a todo el edificio, los vecinos vulnerables no tienen dinero para hacer frente a las derramas y se oponen a la rehabilitación.

  • Disponer de ayudas específicas para comunidades con ingresos desiguales.

La financiación no incluye el IVA (se financia el 100 % de la obra IVA excluido) y las familias vulnerables no disponen de recursos suficientes para hacer frente a este gasto.

  • Financiación íntegra de la rehabilitación (incluyendo el IVA).

Las familias en situación de vulnerabilidad no quieren solicitar subvenciones a la rehabilitación de vivienda porque éstas se contabilizan en la declaración del IRPF como un aumento de ingresos/patrimonio y ocasionan un pago posterior y la pérdida de otras ayudas.

  • La subvención no debería de computar como ingreso en la declaración de la renta o que la ayuda se desgrave el 100 %.
  • Fomentar prestaciones y ayudas directas que no se contabilizan en la renta.

La rehabilitación suele estar en un segundo plano para las familias vulnerables porque tienen otras prioridades más urgentes (alimentación, ropa, pago de facturas, etc.).

  • Mejora previa de los ingresos de las familias y apoyo en el pago de los recibos (adelantos por parte de la administración)

Aspectos técnicos y burocráticos

Existe una burocracia excesiva para solicitar una ayuda a la rehabilitación, por lo que es muy difícil que una familia vulnerable logre recopilar toda la información. La gran mayoría de las personas usuarias no llegan ni a intentar solicitar las ayudas porque se asustan al ver tanto papeleo.

  • Crear la figura de oficinas o agentes de intermediación que acompañan a personas y comunidades en el proceso de rehabilitación.
  • Fomento de la colaboración público-privada (tanto empresas y profesionales técnicos como agentes sociales de ONGS y fundaciones) para acompañar a las familias vulnerables en el proceso de información, tramitación y ejecución de la rehabilitación. 

Las personas que toman las decisiones no conocen la situación real. El criterio de los trabajadores sociales no es tenido en cuenta.

  • Mayor protagonismo de los servicios sociales
  • Departamentos de vivienda integrados en el área Social
  • Trabajar de forma multidisciplinar por parte de la administración para ser realmente efectivos y crear equipos mixtos que incluyan profesionales sociales que conozcan bien la situación de las familias a la hora de adjudicar las ayudas o hacer un acompañamiento posterior.

Las administraciones públicas no disponen de los fondos necesarios para poder acometer todas las rehabilitaciones necesarias.

  • Aprovechar las ayudas de los fondos Next Generation, las cuales tienen un marcado carácter ambiental.

Normativa y aspectos legales

La gran mayoría de la población vulnerable vive en pisos de alquiler, pero los propietarios, que son los que deberían de solicitar las ayudas para la rehabilitación, no tienen motivación para rehabilitar las viviendas (no sufren el calor o el frío ni tienen que pagar las facturas de energía).

  • Contemplar el concepto de infravivienda y valorar la forma de incluir la rehabilitación de las viviendas como una obligación de los propietarios de modo que si no se cumplen los requisitos de habitabilidad y eficiencia energética no puedan alquilarla.

Aunque ahora los inquilinos pueden solicitar las ayudas si llegan a un acuerdo con el propietario, esto es difícil que ocurra porque no existe seguridad a largo plazo de que el propietario mantenga alquilada la vivienda al mismo inquilino o al mismo precios.

  • Condicionar las ayudas a la rehabilitación al mantenimiento del alquiler actual tanto a la persona como en el precio.

Esperamos que ésta sea una de muchas sesiones de este estilo, que permitan dialogar a diferentes actores, con objetivos en común, pero que normalmente, por desgracia, no se llegan a ver las caras.

Las personas que han vivido en viviendas con diferentes niveles de aislamiento constatan la gran reducción de consumo energético y la mejora del confort en los pisos con rehabilitaciones recientes (ventanas principalmente).
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