Aprendimos de nuestros abuelos, padres, hijos o por nosotros mismos pero...¿cocinamos de forma eficiente?

¡Cuidado con el horno!

El horno es uno de los electrodomésticos que más energía demandan por hora, así que se recomienda utilizar este equipo solo si es necesario. 

Cuando acabamos de usar el horno, este todavía mantiene una temperatura altísima. Ese calor que desprende apagado es calor que nos ha costado dinero generar, y que estamos malgastando, así que si decides utilizarlo, hazlo de la manera más eficiente posible, y apágalo 5 min antes de que esté terminada la cocción. La temperatura que mantiene apagado será suficiente para terminar de cocinarlo, y nos permitirá aprovechar ese calor que, en otra situación, perderíamos.

¿Qué debemos de saber a la hora de comprar un horno?

  • Clase energética: recordemos que la clase B es la peor del mercado, por lo que recomendamos elegir modelos de clase A++ y A+. Un horno de clase A++ consume un 20% menos que un A.
  • Es preferible elegir un horno con modalidad de ventilación. De este modo el calor se distribuye más homogéneamente en la cavidad, lo cual permite hornear varias bandejas a la vez y tener los mismos resultados a temperaturas más bajas.
  • Nos orientamos hacia los modelos con la función de limpieza catalítica. Los hornos catalíticos tienen un revestimiento interior especial que cataliza las grasas y azúcares que se adhieren en el momento de la cocción. Al contrario que la pirolítica, no implica más consumo energético.

¿Cómo debemos usarlos y en qué debemos tener especial cuidado?

Como ya sabemos, el horno es uno de los electrodomésticos que más energía demandan por hora, así que se recomienda utilizar este equipo sólo si es necesario. Una alternativa eficiente sería el microondas. Este electrodoméstico, a pesar de que demanda gran potencia, es una opción muy eficiente debido al poco tiempo que necesita para calentar los alimentos. Sin embargo, si decides seguir utilizando el horno sigue los siguientes consejos para mejorar la eficiencia en su utilización:

  • Procura aprovechar al máximo la capacidad del horno y cocina de una vez el mayor número de alimentos.

  • En general, el precalentamiento no es necesario.

  • Utiliza la función de ventilación, así se distribuye mejor el calor y se garantiza una cocción óptima de los alimentos a temperaturas 20-30ºC inferiores respecto a la función estática o estándar. Además, al distribuir mejor el calor permite cocer más alimentos al mismo tiempo.

  • Apaga el horno 5 min antes de que esté terminada la cocción. La temperatura que mantiene apagado será suficiente para terminar de cocinarlo, y nos permitirá aprovechar ese calor que en otra situación, perderíamos.

  • No abras innecesariamente el horno. Cada vez que lo haga estará perdiendo un mínimo del 20% de la energía acumulada en su interior.

  • Para la limpieza no utilices la modalidad pirolítica, ya que consume una gran cantidad de energía (3kW). Si tu horno no es catálico, puedes utilizar la limpieza hidrolítica que es mucho más eficiente y ecológica.

La cocina.

Existen distintos tipos de cocinas por lo que la elección de una u otra condicionará mucho nuestro consumo y el grado de eficiencia que podemos lograr con su uso. 

  • Cocinas de gas. Entre sus beneficios destacan la facilidad de regular el calor que generan y el coste más reducido del gas respecto de la electricidad, actualmente. Sin embargo, su utilización conlleva más riesgos y no tienen un consumo destacadamente inferior al resto. 
  • Cocinas eléctricas. Si bien son equipos baratos, son lentas y presentan riesgos de quemaduras al no tener indicación de la temperatura de la placa. Su coste de utilización es muy elevado en comparación con los otros tipos. 
  • Vitrocerámicas. Son muy limpias y destacan por su seguridad ya que el calor generado está concentrado y existen avisadores lumínicos como precaución. Sin embargo, comparando con equipos más modernos su coste de utilización es caro.
  • Inducción. Las más modernas del mercado. Es un sistema muy limpio y seguro ya que la placa no se caliente en si misma sino por el calor transmitido por el recipiente. Tienen un coste de uso muy bajo. Sin embargo, su mayor inconveniente es su coste de adquisición. 

Consejos generales a la hora de cocinar.

  • Cocina en grandes cantidades. Calentar una sartén, una cazuela, o el horno requiere de una energía que supone un coste. Por ello, es recomendable cocinar menos veces, pero grandes cantidades que muchas veces en pequeñas cantidades. Siempre podemos luego recalentarlo en el microondas.

  • Cocina con tapa. Tapa las cacerolas cuando cocines, especialmente si quieres hervir agua, así conseguiremos llegar al punto de ebullición mucho antes. 

  • La campana, sólo cuando sea necesario.Enciende la campana solo cuando sea necesario, ya que, por ella, se fuga gran parte del calor.

  • Utiliza cazuelas del tamaño adecuado.La diferencia de consumo entre los diferentes fogones de la vitrocerámica es grande. Utiliza en que corresponde al tamaño de tu sartén o cacerola. Y no al tamaño total, sino al tamaño de la base que está en contacto con la vitrocerámica.

  • Hierve agua solo si es necesario, y en la cantidad adecuada ya que requiere de una gran cantidad de energía para llevarla a ebullición. Si la tapamos, haremos que hierva antes.

  • Olla Exprés, una forma eficiente de cocinar. Recuerda, si tardamos menos tiempo, gastamos menos energía. 

Estos son solo algunos de los aspectos esenciales que debemos de conocer para ser más eficientes en nuestro hogar y, con ello, pagar menos en nuestra factura. Además, recuerda que tu grado de implicación contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y a lucha contra la Emergencia Climática. 

Más información:

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ODS área de energía y personas

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