El Observatorio analiza cómo los spots de vehículos fomentan o no la mitigación y adaptación al cambio climático

Desde el Observatorio de Publicidad Responsable frente al Cambio Climático hemos analizado anuncios de compañías energéticas, transporte, hogar y tiempo libre, con el fin de establecer si fomentan o no la mitigación y adaptación al cambio climático. Las conclusiones de este estudio quedan recogidas en un informa recientemente publicado, donde además es posible encontrar las fichas de cada uno de los anuncios analizados.

Para el sector del transporte, estas han sido las principales conclusiones:

  1. Se detecta un cambio de tendencia hacia la movilidad eléctrica, abandonando mayoritariamente la publicidad de vehículos de combustión interna por aquellos de tecnología eléctrica. La existencia de vehículos híbridos o híbridos enchufables supera la de eléctricos puros, haciendo entrever que dichas opciones son equivalentes y obviando el potencial emisor, la autonomía y las características de cada una.
  2. La gama SUV copa la publicidad de las marcas, asociándose con el proceso de transición a lo eléctrico y promoviendo su uso en ciudad sin límites. Se ofrece una imagen distorsionada de la realidad y se identifica la tecnología eléctrica con la libertad de circulación y uso en cualquier circunstancia y lugar, sin tener en cuenta restricciones, ocupación del espacio o aspectos ambientales, climático o de movilidad urbana. De igual forma, hay cierta tendencia a eliminar a las personas de este tipo de anuncios.
  3. La infraestructura de recarga necesaria para el vehículo eléctrico sigue siendo un elemento secundario en aquellos anuncios que hacen referencia a ella, siendo mayoritarios aquellos que omiten la necesidad de disponibilidad pública y de tenencia privada por parte del consumidor. La reconversión de los anuncios hacia lo eléctrico se limita al tipo de vehículo sin considerar la importancia de este elemento complementario e indispensable para su uso.
  4. Se excluyen otras formas de movilidad como, por ejemplo, el transporte público, los vehículos compartidos o la movilidad activa, opciones mucho más efectivas en la reducción de emisiones y la opción prioritaria en el proceso de transformación y reconversión de la movilidad urbana.
  5. La presencia del cambio climático en los anuncios y su relación con los vehículos es prácticamente nula. Además del sentido indirecto de la tecnología usada, sólo se incluyen recursos ambientales y paisajísticos, sin llegar a ofrecer una identificación directa que contribuye a la mitigación del cambio climático y a atajar algunos de los problemas que generan los tradicionales vehículos de combustión interna.
  6. Los vehículos eléctricos son mostrados como una solución. No obstante, los desplazamientos en vehículo particular (aunque sea eléctrico) no son la manera más efectiva de actuar frente los efectos del cambio climático. Tampoco en los procesos de regeneración y reconversión urbana para devolver a la ciudadanía el espacio mayoritario en la vía urbana, eliminando el vehículo participar y promoviendo otras formas de movilidad.
  7. Se ha producido un incremento en la presencia del sistema de identificación de los vehículos en relación a su clasificación según los criterios adoptados en los distintivos ambientales de la Dirección General de Tráfico, aunque no es mayoritaria. Sin embargo, su uso es engañoso: los vehículos híbridos enchufables no son de cero emisiones y los híbridos, que disponen de una etiqueta ECO, mucho menos. Por lo tanto, esta identificación inadecuada promueve una sensibilización y generación de conocimiento errónea debido a la desactualización de este sistema de etiquetado.
  8. A pesar de publicitarse modelos eléctricos, se excluye no sólo la necesidad de infraestructura de recarga para su funcionamiento sino también las referencias al origen de la energía consumida que propulsa a este tipo de vehículos. Estos no serán libres de emisiones hasta que el mix energético no sea 100% renovable.
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