Una mujer tendrá a lo largo de su vida hasta 3.000 días con la regla = 8,2 años = un promedio 12.000 productos menstruales desechables

Según el documento “Reusable & toxic-free menstrual products. Making women’s lives better while fighting plastic pollution.” (Zero Waste Europe y Health and Environment Justice Support, 2018), una mujer tendrá a lo largo de su vida hasta 3.000 días con la regla, o el equivalente a 8,2 años. Durante ese tiempo, puede utilizar un promedio 12.000 productos menstruales desechables (compresas y tampones), el equivalente a 150 kilogramos por mujer, o suficiente para llenar dos minibuses.

Se ha calculado que, en promedio, el 90% de cada artículo menstrual es plástico, para que te hagas una idea un paquete convencional de compresas supone el equivalente a 4 bolsas de plástico.

Uno de los problemas es que el conjunto de materiales que componen un estos productos desechables no tiene que ser divulgado por ley, ya que se consideran dispositivos médicos. Sin embargo, las compañías que han puesto a disposición esta información manifiestan que el plástico es el componente principal.

Además, las compresas pueden contener productos químicos como BPA, ftalatos y aditivos petroquímicos siendo el polietileno el plástico más utilizado. Algunas de estas sustancias pueden alteran el sistema endocrino y están relacionadas con diversas enfermedades: cardíacas, de infertilidad y cáncer. Incluso en tampones se han encontrado tóxicos asociados con un mayor riesgo de menopausia precoz y trastornos menstruales.

Menstrual zerowaste

Imagen de la campaña de “Zero Waste 

Según el informe anterior, la Comisión Europea clasifica a los productos menstruales como el quinto artículo de plástico de un solo uso más comúnmente encontrados en el medio marino. Compresas y tampones pueden terminar en el medio ambiente acuático después de ser arrojadas por el inodoro (atención, siempre a la basura, el inodoro no es una papelera), llegando finalmente a ríos y mares, causando un significativo impacto negativo en el medio marino: pueden ser ingeridos por animales; liberar productos químicos en el agua, incluidos los microplásticos; contribuir al transporte de especies invasoras; y tienen un impacto económico negativo tanto en el turismo como en la pesca.  

Después de leer estas cifras, si no la utilizas ya, seguro que querrás probar la copa menstrual, puede ser de silicona natural, caucho, etc. (una “copa” que insertas en la vagina y en la que se recoge el flujo, tendrás que vaciarla entre 4 y 12 horas).  Con su uso todo son beneficios, evitarás una gran cantidad de residuos, los posibles efectos negativos para tu salud y para el medio ambiente de los productos desechables.

Esto sin contar el coste económico que, según el informe anterior, aunque varía significativamente según el país de la UE, se estima para una mujer a lo largo de su vida entre más de 1.500 y 7.500 euros en los países de la UE, en comparación con menos de 100 euros cuando se usan las alternativas reutilizables. 

Si no te haces con la copa o para aquellas situaciones en las que resulta complicado su uso por la necesitad de tener un lugar para vaciar y aclararla con agua, existen otras alternativas las compresas de tela lavables y reutilizables, esponjas de origen marino 100% naturales o recurrir a compresas y tampones ecológicos. 

Más información:

Este artículo forma parte de la edición 2019 del Observatorio de Salud y Medio Ambiente DKV "Contaminación por plásticos. Uno de los mayores desafíos ambientales del siglo XXI.

El Observatorio de Salud y Medio Ambiente, es una iniciativa que realizamos junto a DKV Seguros desde 2008. Hemos publicado diferentes informes con el objetivo de estudiar y analizar las últimas investigaciones realizadas en materia de salud y medioambiente y la elaboración de propuestas de acción y participación acordes con los resultados obtenidos. ¡Descubre pinchando aquí todas las publicaciones!

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